Las mejores heladerías de Madrid
En Madrid hay heladerías especiales en las que comer un helado es mucho más que un capricho dulce. Heladerías con propuestas en forma de pez y con sabores únicos. Apuntalas todas.
Los españoles consumimos más de trescientos litros de helado anualmente, una cifra que demuestra lo que nos gusta este capricho. Tomarse un helado en Madrid es mucho más que pedir un cucurucho de chocolate, limón o fresa.
Además de las clásicas opciones que todos conocemos, hay nuevos sabores, formas y texturas que convierten la experiencia de comer un helado en un placer "gourmet" en Madrid, en alimentos que sorprenderán a nuestro paladar y a nuestra vista con ideas absolutamente nuevas
Detrás de estos nuevos helados encontramos a empresas y emprendedores que han decidido romper estereotipos y darle una nueva vida al clásico placer helado. Si te apetece probar algo nuevo hoy te contamos las direcciones que no puedes dejar de visitar si estás en Madrid.
Rocambolesc
Comenzamos con la propuesta más divertida y famosa: el carro de helados del famoso repostero Jordi Roca. Para los amantes de los helados este lugar es un punto de visita obligado porque sus propuestas heladas no tienen nada que ver con lo que conozcas. En Rocambolesc hay seis sabores base que son manzana al horno, helado de yogur, chocolate, helado de vainilla y sorbete de coco y manzana verde que puedes combinar con distintos toppings, hasta treintados sabores: piña, fresa, rocas de miel, estrellas de caramelo... Los helados de Roca te hacen viajar a otra dimensión. Sorprenden y enamoran a todo el que lo prueba.
Lolo Polos
Esta divertida heladería de colores situada en Malasaña vende una especie de purés de frutas congelados. Sus deliciosos helados de stick están elaborados siempre en sintonía con la temporada y son de fruta súper fresquita (entre un 70 y un 80% de cada polo, aunque también los hay con yogur, menos ácidos que los cítricos). Quizá de ahí viene su éxito. Propuestas distintas y saludables que uno puede comerse sin remordimiento. Van cambiando los sabores, algunos de ellos son por ejemplo limonada de fresa con semillas de chía o el de nectarina y yogurt. Merece la pena probarlos.
La Pecera
Otra heladería de Madrid que conquista por la vista antes que por el gusto son los famosos peces de La Pecera, un local situado en pleno centro de la capital. Se han hecho famosos en las redes sociales. Sus peces son buscados por miles de ciudadanos dispuestos a probar su helado soft, un dulce menos frío y más cremoso que el helado normal que después te meten en su taiyaki artesano, un bollitos gofre en forma de pez relleno de dulce y helado. Los dueños de este local lo descubrieron en Nueva York y decidieron traerlo a Madrid. Tuvieron visión comercial porque han sido un éxito.
Amorino
Los helados de Amorino tienen una gran vantaja, algunos apenas superan las cien Kcal por cada cien gramos. Además de su bajo nivel calórico, son estéticamente bonitos. Su presentación se hace en forma de flor sobre el cucurucho. Si a eso le sumas su elaboración artesanal, productos 100% naturales, sin colorantes, aromas ni conservantes, no faltan razones para animarse a probarlos. Esta heladería italiana tiene su centro de operaciones en París, pero han abierto locales por toda Europa. Su sabor va mucho más allá de los clásicos de toda la vida (que también los tiene), añadiendo además una sección bio y otra vegana.