Qué ver y hacer en Colmenar de Oreja, en Madrid
Si quieres hacer una atractiva y sugerente excursión a un destino cercano a la ciudad de Madrid, te proponemos la villa de Colmenar de Oreja. ¡No te defraudará!
Hay varios factores que todos buscamos en una buena escapada. Básicamente, que nuestro destino cuente con buenas propuestas culturales, de ocio y gastronómicas, además de con una correcta oferta de alojamiento y restauración. Pues bien, la villa de Colmenar de Oreja tiene todo esto y más, y se encuentra a 40 kilómetros de la capital madrileña, y a sólo cinco del bello pueblo de Chinchón.
Se halla al sureste de la Comunidad de Madrid, y cuenta con una gran plaza monumental, un interesante museo y con buenos vinos para acompañar su rica gastronomía. Hay mucho que ver y hacer en esta población madrileña, y te lo vamos a contar, aunque nunca está de más que te pases por la Oficina de Turismo de Colmenar porque, además de informarte, ofrecen visitas guiadas.
Para llegar en tu vehículo desde la ciudad de Madrid se puede tomar la A-3 hasta la salida 41 hacia la M-317, en dirección Perales/M-204/Tielmes/Valdelaguna, y continuar hasta Colmenar. Otra opción consiste en tomar la A-4 hasta la salida 37 hacia la M-305, que nos llevará a nuestro destino. Si prefieres el transporte público, desde la madrileña Plaza Conde de Casal sale el autobús interurbano 337, que tiene parada en esta histórica villa, a la que Alfonso XIII le concedió el titulo de ciudad en el año 1922.
Qué ver en Colmenar de Oreja
Tomamos como punto de partida de nuestro recorrido por el municipio la gran Plaza Mayor de Colmenar de Oreja, cuyo origen se remonta al siglo XVII. Acoge algunos de los edificios más emblemáticos de la villa, como el Ayuntamiento o la Casa del Pósito. Es una plaza porticada realmente bonita y fotogénica, que ha aparecido en muchas películas y series de televisión, y que ha sido declarada Bien de Interés Cultural.
Se realizó con piedra de Colmenar, donde hubo magníficas canteras, y fue construida sobre un curioso sistema de puentes y arcos sobre el Arroyo Zacatín. De hecho, se puede recorrer el túnel de Zacatín, ubicado bajo la plaza. Y muy cerca se encuentran los Jardines del Zacatín, el Arco del Puente del Zacatín y la Fuente del Zacatín, también llamada del Barranco.
Nos queda mucho por ver, como la Iglesia de Santa María la Mayor, del siglo XIII; la Ermita del Cristo del Humilladero, que acoge al patrón de la villa, o el Museo Ulpiano Checa, dedicado a un pintor local que tuvo un gran reconocimiento entre finales del siglo XIX y principios del XX.
Qué hacer en Colmenar de Oreja
Los aficionados al enoturismo y amantes del buen vino tienen en Colmenar de Oreja un destino ideal para disfrutar de los caldos de Madrid. Se trata de una villa con una gran tradición vinícola, y posee zonas de viñedo y nueve bodegas, algunas de ellas subterráneas y centenarias, donde elaboran vinos blancos, rosados, tintos y espumosos. Cuatro de estas bodegas están incluidas en la Ruta del Vino de la Comunidad de Madrid.
Serán el complemento perfecto para acompañar la buena cocina tradicional de la localidad. No hay que dejar de degustar especialidades como las deliciosas patatas chulas; un bocadillo de picadillo, tomate y escabeche llamado poza; el pisto vaquero, el cabrito asado o el desarreglo, excelente carne de ternera guisada con vino blanco. En la localidad elaboran ricos quesos de oveja, un peculiar aceite de oliva de la variedad cornicabra o las Pelotas de Fraile, un contundente dulce que te hará la boca agua.
Merece la pena dedicar tiempo para conocer el entorno natural de Colmenar de Oreja. Para los más tranquilos, nada mejor que realizar la Senda de la Vereda del Cristo, que comienza en la Plaza Mayor y discurre por el Paseo del Cristo hasta la Ermita del Cristo. Muy cerca se encuentra el Mirador de los Barrancos, que ofrece espectaculares vistas del valle del río Tajo. También es muy agradable el trayecto conocido como la Ruta del Tren, una vía verde con un recorrido de 14 kilómetros que forma parte de la Vía Verde del Tajuña. Un poco más larga, con 16 kilómetros, tenemos la Ruta del Tajo, que discurre junto al curso fluvial de este gran río.