Escapadas por Madrid: Pelayos de la Presa
Bellos senderos, sugerentes miradores, un antiguo monasterio o un magnífico y animado pantano donde poder bañarse son sólo algunas de las claves que nos llevan a descubrir el madrileño pueblo de Pelayos de la Presa.
A casi 70 kilómetros de la ciudad de Madrid, y a sólo 35 de la villa de Brunete, en la conocida como Sierra Oeste, se encuentra el municipio de Pelayos de la Presa. Su proximidad al popular Pantano de San Juan, construido en la década de los 50 del siglo XX, hizo que el turismo aumentase en la localidad, y que proliferasen las urbanizaciones donde los madrileños tuvieran su segunda residencia.
El pueblo, además de un maravilloso entorno natural por el que disfrutar del senderismo, cuenta con el gran atractivo del pantano, un verdadero parque acuático con 14 kilómetros de orilla para bañarte y la posibilidad de realizar un montón de actividades, como deportes acuáticos, ciclismo o paseos a caballo.
Podremos visitar un antiguo monasterio, y en los alrededores hasta un bosque encantado, y en sus restaurantes tendremos la posibilidad de degustar las excelentes carnes y embutidos de la zona, además de tener la oportunidad de practicar una costumbre tan madrileña como el salir de tapas.
Los lugares especiales de Pelayos de la Presa
La visita a este pueblo madrileño no se entiende sin haber pasado por el Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias. Cuenta a sus espaldas con siete siglos de antigüedad, y arrastra leyendas como la del pintor que cuentan mató a su propio aprendiz porque creía que su mujer le estaba engañando con él. Para librarse de la justicia se hizo fraile y entró en este monasterio, el mismo en el que enterró a su mujer cuando murió de peste. Dicen que, en las noches de Luna llena, todavía se la puede oír cantar.
En Pelayos de la Presa también se encuentran la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, edificada entre los siglos XVI y XVII, y totalmente reconstruida tras ser incendiada en la Guerra Civil Española, y el Rollo o Picota de Pelayos, una antigua columna de piedra ubicada frente al Ayuntamiento.
Para los que prefieran conocer el entorno natural de la villa, la Ruta del Mirador de Casa Quemada es un buen y completo recorrido tanto para senderistas principiantes como avanzados. Comienza en el mismo pueblo, y a mitad de trayecto discurre junto al Pantano de San Juan. El final de la ruta está en el mirador que le da nombre, y desde donde disfrutaremos de magníficas vistas tanto del pueblo como del monasterio.
El Pantano de San Juan
Situado entre los municipios San Martín de Valdeiglesias y Pelayos de la Presa, a unos 70 kilómetros de la capital de España, el Pantano de San Juan es más conocido como “La playa de Madrid”. Se trata de un embalse del río Alberche que fue construido en 1955 para almacenar agua. Cuenta 14 kilómetros de playa, y a él se accede por la carretera M-501, más conocida como “la carretera de los pantanos”.
Se trata del único embalse de Madrid en el que está permitido el baño y las actividades de los deportes acuáticos a motor. La joya del pantano es la Playa de la Virgen de la Nueva, que recibió en el año 2018 el distintivo de la Bandera Azul, siendo la primera otorgada en la Comunidad de Madrid. La segunda playa del embalse es la Playa de El Muro, que pertenece al término municipal de Pelayos de la Presa.
El pantano dispone de un puerto deportivo y de un área recreativa con merenderos, aseos y restaurantes. Y justo al lado está el Parque Aventura Amazonia Pelayos, que ofrece actividades como tirolinas, rutas acaballo, tiro con arco, deslizadores y bananas acuáticas o el popular flyboard, con el que se puede volar sobre las aguas del embalse con una tabla con chorros a los pies. Como curiosidad, bajo las aguas del Pantano de San Juan duermen los restos de un puente de ochos ojos, una ermita y varios molinos.
