Palacio del Infante Don Luis, un palacio desconocido y espectacular
El Palacio del Infante Don Luis es una de las joyas arquitectónicas menos conocidas de Madrid. Situado en Boadilla del Monte sin duda merece una visita.
El Palacio del Infante Don Luis es una de las joyas arquitectónicas de Madrid y sin embargo es un palacio poco conocido y visitado. Fue declarado Monumento Histórico Artístico y en los últimos años, se han ido restaurando diferentes partes del palacio, recuperando tanto los jardines que le rodean, como las huertas y las fuentes. Sin duda este edificio es la excusa perfecta para acercarse hasta el madrileño pueblo de Boadilla del Monte.
La belleza del Palacio tal cual la conocemos hoy, se debe al arquitecto Ventura Rodríguez, al que el Infante D. Luis de Borbón encargó la transformación de un edificio anterior, conocido como Palacio de las Dos Torres. El edificio, junto a sus jardines y la fuente de Ventura Rodríguez, fueron declarados Monumento Histórico-Artístico en 1974.
Este edificio constituye uno de los mejores ejemplos de arquitectura palaciega de la segunda mitad del siglo XVIII en España. Su propietario el Infante Don Luis, fallecido en Madrid en 1785 a los 58 años, era hijo de Felipe V, el primer rey de la dinastía Borbón de nuestro país, y hermano de tres reyes, Luis I, fallecido prematuramente, Felipe VI, que murió sin descendencia, y Carlos III.
Jardines renacentistas con huertas
Sus maravillosos jardines renacentistas son un lugar ideal para pasear. El acceso a los jardines superiores se realiza por una puerta en el lateral derecho del edificio. Es verdad que no son tan espectaculares como los jardines barrocos del Quinta del Duque de Arco o los del Parque del Capricho, pero a pesar de eso merece la pena conocerlos, porque son preciosos y tienen algunas singularidades.
Las huertas están integradas dentro del recinto palaciego y eso es algo bastante singular. En los palacios de Aranjuez o de La Granja, por ejemplo, esas huertas están en un lateral o en el exterior, pero no tan íntimamente integradas en los jardines palaciegos como ocurre en el de Boadilla.
En verano, un restaurante con conciertos al aire libre
La fachada principal del palacio se alza frente la Avenida Adolfo Suárez. Una calle de acceso restringido que cruza la amplia plaza que permite apreciar la grandeza de este palacio pintado de un suave color rosa. Desde la distancia se pueden ver los dos torreones que recuerdan las dos torres del palacio original. Una de esas torres esconde en su interior la cúpula de la capilla.
Desde 1998, el conjunto palaciego es propiedad del Ayuntamiento de Boadilla del Monte quien se encarga de su recuperación. Sus jardines han sido recuperados según un plano de 1868 con cipreses traídos de la Toscana y tilos de Holanda y las huertas con todo tipo de productos de temporada, incluidas las ciruelas que tanto le gustaban al Infante Don Luis. En los meses de verano, se incorpora un restaurante bajo las pérgolas de los jardines y allí se celebran conciertos al aire libre.
Un gran plan para pasar un día diferente en Madrid.