El madrileño pueblo de Algete
A sólo 30 kilómetros de Madrid, Algete es un pueblo en el que se puede comer muy bien, disfrutar de su cuidado entorno natural y practicar el senderismo o el ciclismo.
Aunque la cercanía a la ciudad de Madrid ha convertido Algete en lugar habitual de residencia de cientos de personas, sobre todo en las grandes urbanizaciones, este pueblo situado junto al río Jarama todavía conserva un buen patrimonio natural y cultural. Además es un magnífico mirador natural no sólo de la capital, también de la imponente Sierra de Guadarrama.
De un tiempo a esta parte, el Ayuntamiento de Algete se ha propuesto potenciar el turismo de esta población que ya contaba con asentamientos durante la Edad de Hierro. Se están recuperando antiguas costumbres y tradiciones, además de rescatarse recetas de la gastronomía propia, ente otras iniciativas turísticas para poner en valor este gran pueblo madrileño.
Qué ver en Algete
Todavía se conservan en Algete algunas de las viviendas tradicionales de la zona, hechas con ladrillo visto o aparejo toledano. Y curiosamente aún quedan algunos pilones o abrevaderos de los que se usaban antaño para que bebieran los animales, como el de la Fuente del Cigarral, aunque está relleno en parte.
De la Ermita de la Concepción, ubicada sobre el cerro homónimo, sólo se conservan unas ruinas, aunque tuvo más suerte que otras ermitas que hubo en el municipio, como la de Valderrabé, la Ermita del Humilladero o la Ermita de San Roque, ya desaparecidas. Y es que, además de por sufrir el inexorable paso del tiempo, este pueblo madrileño experimentó duramente los estragos de la Guerra Civil Española.
Sí que sigue en pie la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, que conserva una magnífica techumbre mudéjar. Es de planta de cruz latina, y posee una gran torre de ladrillo de cuatro cuerpos con basamento de piedra.
Qué hacer en Algete
El entorno natural de Algete nos proporciona la oportunidad de realizar diversas rutas de senderismo a través de bellos parajes, como el del Arroyo Cerrada, el Cerro de la Concepción o los Parajes del río Guadalix, del Río Jarama o del Soto o Heredad de la Torre.
En los alrededores también se conserva un pequeño y peculiar aeródromo que construyeron y utilizaron los republicanos durante la Guerra Civil. Y en el mismo municipio podemos sentirnos casi como en plena naturaleza paseando por el Parque de las Fuentes, llamado así por las siete fuentes que acoge: la del Burro, la del Cigarral, la Fuente del Noque, la Fuentecilla, la Fuente de las Gotas, la Fuente de la Revoltosa y la Fuente de las Virtudes.
Las vías pecuarias, las cañadas, las coladas o las veredas se han recuperado para convertirlas en sugerentes recorridos en bicicleta de montaña o BTT, y se está fomentando el turismo ornitológico, por ser lugar de paso habitual de numerosas aves, como las cigüeñas.