La muralla de Lugo, la mejor conservada del planeta y Patrimonio de la Humanidad
Si estás pensando en visitar la ciudad de Lugo, te interesa conocer la su muralla romana. Podrás pasar por donde pasaron los soldados y los ciudadanos del Imperio Romano.
Lugo es un destino magnífico por muchos motivos. Se sitúa sobre una colina, en una zona de montañas redondeadas, rodeada por el río Miño, y su término municipal está incluido en la Reserva de la Biosfera “Tierras del Miño”. Es una ciudad de origen romano, pues fue fundada en el año 13 a.C. por Paulo Fabio Máximo y construida cerca de un castro. Recibió el nombre de Lucus Augusti. Lucus, en latín significa “bosque sagrado”, que contribuye a corroborar la leyenda según la cual el nombre tendría el significado de “el bosque sagrado de Augusto”.
Si hay algo en Lugo que impacte al visitante es, sin lugar a dudas, su espectacular muralla romana. Después de la fundación de la ciudad, se hizo necesario levantar un muro para defenderla de ataques enemigos. Así se construyeron casi un centenar de torres, aunque no fue hasta el siglo III d.C. cuando se terminó la construcción de uno de los monumentos más importantes del mundo. No en vano es la muralla romana mejor conservada del planeta y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000. Además, en el año 2007 se hermanó con la Gran Muralla China de Qinhuangdao.
Un paseo por la muralla de Lugo
La muralla romana de Lugo rodea todo el casco histórico de la ciudad. Tiene 2117 metros de longitud, y sus muros poseen una anchura que va desde los 4,20 metros hasta los 7 metros en algunos tramos. Mantiene una serie de torres defensivas, en concreto se conservan 71 de las 85 que llegó a tener, y la distancia entre ellas varía de los 8,80 y 9,80 metros hasta los 15,90 y 16,49 metros. La altura de dichas torres por la parte exterior oscila entre los 8 y los 12 metros.
Las puertas que cruzan la muralla son diez en la actualidad. Cinco de ellas vieron pasar a soldados y ciudadanos del Imperio Romano. Posteriormente, en el siglo XIX, se abrieron cinco más para ampliar sus accesos, acción que no causó impedimento alguno en la preservación de la muralla en las mejores condiciones, perdurando como muro de defensa hasta nuestros días.
La muralla en su totalidad está integrada en la estructura urbana de Lugo y es para la ciudad una fuente de riqueza turística. Es habitual ver a foráneos y lucenses caminar por encima, en un paseo de algo más de dos kilómetros disfrutando de unas vistas admirables y sintiéndose parte del antiguo Imperio Romano.
Curiosidades de la muralla de Lugo
Las cinco puertas que se conservan de la época romana son las actuales Porta Miñá, Porta Falsa, Porta de San Pedro, Porta Nova y Porta de Santiago. Por la puerta de San Pedro entraban las calzadas procedentes de Asturica Augusta (actual Astorga) y Braccara Augusta (actual Braga, Portugal). Por la Porta Nove se enlazaba con Brigantium, Betanzos, y por la Porta Miñá se iba a Iria Flavia (padrón). Por su parte, la Porta Falsa conducía hacia la costa y al puerto de Lucus Asturum, Lugo de Llanera. Las puertas abiertas a partir de 1853 son las de San Fernando (1853), la Estación (1875), Obispo Izquierdo (1888), Obispo Aguirre (1894) y Obispo Odoario (1921).
Durante el confinamiento, la UNESCO eligió la muralla romana de Lugo junto con otros 40 bienes del mundo para crear una exposición interactiva intentando promocionarlos un vez pasase la pandemia. Destacaba su uso cotidiano y popular, ya que es de uso habitual para los ciudadanos, se puede acceder de forma libre y se utiliza como una avenida más de la ciudad.
Después de realizar un paseo por el adarve de la muralla, visitar la ciudad de Lugo es una opción perfecta. La Catedral y su Puerta Norte por la que entraban los peregrinos del Camino de Santiago, las Capelas barrocas de San Froilán y de la Virxe dos Ollos Grandes, el altar mayor donde encontramos el Santísimo Sacramento en exposición permanente, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2015. Dignos de visita son también el Palacio Episcopal, el Museo Provincial, el Convento de San Francisco, la Plaza Mayor presidida por el Palacio Municipal, el Circula das Artes o la Plaza do Campo. Aunque en las afueras podamos recorrer la Termas y el Conjunto arqueológico de Santa Eulalia de Bóveda, el casco histórico de Lugo se prepara también para ser reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. La ciudad gallega bien merece una visita.
