Foz, un destino turístico en Lugo con mucho por descubrir
Foz siempre ha visto su destino unido al de las aguas del mar Cantábrico. Conoce la historia y descubre qué ver en esta localidad gallega.
Uno de los destinos gallegos con hermosos paisajes naturales, una rica cultura y una excelente gastronomía es, sin lugar a dudas, Foz. Se trata de una localidad costera, antiguo pueblo de pescadores en la provincia de Lugo. Famosa por sus hermosas playas de arena blanca, su puerto deportivo y sus platos de pescado y marisco, Foz también es conocido por su rica historia y cultura.
Foz está situado en una zona privilegiada, en la desembocadura del río Masma, que forma una ría de gran valor medioambiental en la que habitan importantes colonias de aves y que está catalogada como Zona de Especial Protección para las Aves. A orillas del mar Cantábrico, limita con los municipios costeros de Burela y Barreiros y, aunque fue un pueblo marinero y antiguo puerto ballenero, en la actualidad la mayor parte de sus recursos se obtienen del turismo.
Un paseo por la historia de Foz, en Lugo
Tal y como atestiguan vestigios de los castros de Fazouro y Pena do Altar, que fueron testigos de culto de los druidas, la historia de Foz se remonta a tiempos prerromanos. De la época de los celtas se conserva el llamado torques de Marzán, un collar de oro que se puede admirar en el Museo Provincial de Lugo. Su fundación parece que se remonta a la época de los ártabros o quizá, según diversos historiadores, pudo haber sido una factoría establecida por los tartésicos.
Durante el siglo IX, la población tuvo un gran florecimiento debido al establecimiento de la sede episcopal en San Martiño de Mondoñedo. Ya en la época de los Reyes Católicos, Foz conservó privilegios y exenciones y, por ello, sus principales actividades económicas fueron la pesca de la ballena, la exportación de madera y la construcción de navíos, convirtiéndose, de hecho, en uno de los tres astilleros más importantes de Galicia.
Durante los siglos XVI y XVII el puerto de Foz se convierte en referencia en el norte de España como puerto internacional y pesquero e importante astillero, destacando su gran actividad comercial con Portugal, Inglaterra y Flandes, aunque la flota ballenera va entrando en decadencia desde el siglo XVIII merced al Tratado de Utrecht.
Recorriendo Foz, en Lugo
La visita puede comenzar por el paseo marítimo y contemplar su puerto pesquero, donde todavía podemos encontrar algunas barcas dedicadas a estos menesteres, para continuar por el puerto deportivo que se sitúa a uno de los lados de su famosa Playa A Rapadoira. Desde aquí se pueden contratar distintos tours para realizar paseos en lancha por toda la zona e incluso llegar a la famosa Playa de las Catedrales.
La Playa A Rapadoira es un lugar excelente para el baño, ya que se encuentra resguardada del frecuente y fuerte oleaje del mar Cantábrico y cuenta con fina y blanca arena. Siguiendo el paseo marítimo encontramos también la Playa de Llas o la Playa de Peizás, un poco más alejada, pero también más tranquila. Antes de llegar a la Playa de Llas se encuentra un mirador con vistas a los Castelos de Foz, lugar de los más bonitos de la localidad. Se trata de tres grandes rocas que emergen del mar y que con forma de castillo son descanso de numerosas aves. La Ria de Foz, que se forma por la desembocadura del río Masma, es un paraíso natural para aves y para los amantes de los deportes náuticos.
No podemos abandonar el lugar sin visitar la Basílica de San Martiño de Mondoñedo, situada a unos cinco kilómetros y considerada la más antigua de España, ya que fue sede de dos obispados del reino de Asturias en el siglo IX. De estilo románico lombardo-catalán, su sobrio exterior presenta contrafuertes y en el interior se conservan pinturas de los siglos XIV a XVI además de varios murales del siglo XII. A los pies de la iglesia se encuentra la fuente de A Zapata, lugar donde según la leyenda el Obispo San Gonzalo tiró sus zapatillas harto de las penurias de la época y comenzó a brotar agua. Finalizaremos visitando el Castro de Fazouro, del siglo II a.C. Situado en un alto costero, al este de la playa de Arealonga, su superficie es de unos setecientos metros cuadrados.