Los cinco pueblos más bonitos del Valle de Arán
El Valle de Arán es mucho más que nieve y esquí. Situado en el extremo noroccidental del Pirineo catalán, este lugar está lleno de pueblos de gran belleza construidos en piedra y pizarra.
Unha
Este pueblecito no tiene más de 100 habitantes y, a pesar de ello, es uno de los que mejor ha resistido el paso del tiempo. Está situado en un montículo, a los pies de Pui d’Unha, y a orillas del río Unhóla, desde donde se pueden tomar idílicas fotografías del valle y del glaciar. La iglesia románica de Santa Eulària corona el poblado de casas renacentistas con su torre octogonal. Entre los lugares a visitar está el Museu dera Nhèu y, para los amantes del esquí, este poblado está situado muy próximo a la estación de Baqueira Beret.
Salardú
El campanario medieval más majestuoso del Valle de Arán pertenece a Salardú. Foma parte de la Iglesia de Sant Andreu, una de las joyas artísticas de la zona en la que se juntan el estilo románico y gótico. En ella se encuentra el conocido famoso Cristo de Salardú, del siglo XII. Además de este templo religioso, es totalmente recomendable visitar el PyrenMuseu, un museo dedicado a los primeros expedicionarios de los Pirineos que ofrece la posibilidad de vivir esa misma aventura.
Vielha
Vielha es la capital del Valle de Arán y alberga casi el 50% de la población de este territorio. Para descubrirla hay que pasear por las calles que fluyen junto al río, además de visitar la Iglesia de San Miguel, del siglo XII. Las fachadas características de las casas del valle son de piedra vista, lo que les confiere un encanto sin igual; sin embargo, en el medievo, la manera de mostrar riqueza era encalando los frentes. Actualmente, todavía queda algún edificio con este tipo de enlucido.
Además, en esta pequeña ciudad se pueden encontrar todo tipo de comercios y servicios que no hay en otros pueblos, y es también un lugar ideal para una salida nocturna antes de volver al hotel a descansar.
Arties
Tiene la fama de ser el pueblo más bonito del valle y, si tantos lo dicen, por algo será. Entre sus edificios religiosos destacan la iglesia parroquial de Santa María de Arties, del siglo XI, con tres naves separadas por pilares cilíndricos coronados por un ábaco cuadrado y sin bases ni decorado alguno. También cuenta la población con otras dos iglesias, la de San Juan de Arties, perteneciente al estilo gótico; y la capilla de San Pelegri, al sur del pueblo.
En el casco más antiguo de Arties se distinguen dos edificios civiles, la casa de Portolá y la casa Çò de Paulet, de 1.549. Además, como curiosidad, a la afueras del pueblo hay dos fuentes de aguas sulfurosas que emanan agua a 43º C y 29º C, respectivamente.
Vilamós
Si Arties es conocido por ser el pueblo más bonito del Valle de Arán, Vilamós es considerado el más antiguo. Está ubicado en un altiplano de la montaña d’Uishèra, en la falda del Montlude. Destaca la iglesia románica de Santa María además de la cercana ermita, también románica, de Sant Miquel. Justo allí hay unas estupendas vistas del macizo de la Maladeta con el Pico Aneto, el más alto de los Pirineos.
La casa Ecomusèu Çò de Joanchiquet está en la calle principal y su visita es realmente curiosa, pues se puede conocer la vida tradicional aranesa hasta el segundo tercio del siglo XX. Destacan también en el pueblo un antiguo lavadero y, por supuesto, las vistas de las zonas boscosas y los relieves casi infinitos. Una maravilla.