La Pobla de Segur, gran destino en el Pirineo Catalán

Situada en la comarca del Pallars Jussà, entre los ríos Noguera Pallaresa y Flamisell, La Pobla de Segur es una ventana abierta al Pirineo Catalán. Y no sólo a la espectacular naturaleza que rodea a este municipio de la provincia de Lleida, también a la historia, a las costumbres y a las tradiciones de esta parte de Catalunya.

Es ésta una tierra de buenos vinos y licores, carnes, quesos y miel, y un paraíso para los deportes y actividades que se pueden realizar a lo largo de todo el año, como el senderismo, las rutas a caballo o el esquí de montaña. La oferta turística se completa con un gran patrimonio histórico, monumental y cultural, por no hablar de su espectacular entorno natural, que basta con contemplarlo para conseguir la desconexión total.

Qué ver en La Pobla de Segur

De origen medieval, de la antigua muralla que rodeaba esta villa sólo se conservan algunas de sus puertas de acceso, como las de d´Orteu y de Parrau. Pero lo que sí se mantiene intacto son algunos ejemplos de arquitectura modernista, como la Casa Mauri, un palacete diseñado por el arquitecto Ramon Mauri Arnalot en 1907, y que actualmente acoge la sede del Ayuntamiento. También de es te mismo estilo es el Molino de Aceite de Sant Josep, de 1905.

En la zona se pueden contemplar dos buenos ejemplos de arte románico: la Iglesia de Sant Cristòfol, que creen que su construcción podría deberse a la Orden de los Templarios que en el siglo X se estableció en la zona, y la Ermita de Sant Miquel del Pui, del siglo XII.

Si recorremos el casco antiguo y sus principales arterias, como la calle Mayor y la calle Llorençs y Torres, podremos descubrir algunas de las casas señoriales, como las de d´Orteu y la de Berenguer. Y todavía se conservan en este pueblo de Lleida, y se pueden visitar, algunas de las instalaciones eléctricas que se habilitaron como refugios contra los bombardeos durante la Guerra Civil.

Buenos planes en La Pobla de Segur

Hay lugares en La Pobla de Segur cuya visita recreará nuestros sentidos, como el Parque de los Olores de Claverol, repleto de plantas aromáticas y medicinales; la Fábrica de cerveza Ctretze Pirineus, donde podremos probar y adquirir una gran cerveza artesana, o la Fábrica de licores Portet, del año 1883, donde se elabora la popular bebida local de la Ratafia dels Raiers, además de otros licores tradicionales, que podremos probar y adquirir.

Son muchas las tradiciones y fiestas que se conservan en esta villa leridana, pero hay dos que cuentan con una popularidad que ha traspasado los límites de la comarca y de la provincia. Una de ellas es la festividad de las Fallas de la Virgen de Ribera, que tiene lugar el 17 de junio. Ese día los falleros, o fallaires, suben a la montaña de Santa Magdalena con las fallas que han creado días antes con madera de avellano y pino seco. Por su parte, las jóvenes del pueblo, las pubilles, se ponen un vestido tradicional catalán y se reúnen con sus familias en el Molino de Aceite. Al anochecer hay procesiones, ofrendas a la Virgen de Ribera, baile de sardanas en la Plaza de la Pedrera y una cena popular para los fallaires y las pubilles.

Otra de las tradiciones locales es la de los Raiers. Cada primer fin de semana del mes de julio tiene lugar la Fiesta de los Raiers, que conmemora este antiguo oficio. Este nombre era el que recibían aquellos que transportaban la madera desde los bosques pirenaicos hasta la llanura a través de los ríos con embarcaciones hechas con los propios troncos. Esta fiesta fue declarada de Interés Nacional en el año 2002.