Turismo termal y románico en Caldes de Boí, Lleida
Entre los atractivos turísticos del pueblo leridano de Caldes de Boí se encuentran su oferta de turismo termal, su situación en la Ruta del Románico, sus muchas propuestas de naturaleza y la posibilidad de practicar deportes de montaña y esquí.
Caldes de Boí, en Lleida, es una pequeña localidad que en 2018 sólo contaba con seis habitantes censados. Aún así, es un codiciado destino turístico. Las razones son su reconocida oferta termal, su maravilloso entorno natural y el hecho de encontrarse en plena Ruta del Románico Catalán.
El pueblo se encuentra a 1.480 metros de altura, rodeado por grandes montañas y bosques. No es extraño que su balneario goce de unas espectaculares vistas panorámicas.
Las termas de este municipio catalán se remontan a la época romana, y sus aguas son muy beneficiosas para tratar diversas enfermedades. Alrededor de la localidad hay más de 30 fuentes de gran valor medicinal.
Turismo termal y cultural en Caldes de Boí
El principal atractivo de esta villa leridana es el gran balneario y sus dos hoteles, que se benefician de las magníficas aguas medicinales que los romanos ya usaban de forma terapéutica en los siglos I y II. En 1887 las aguas de las fuentes locales fueron declaradas de utilidad pública. Entre las afecciones para las que son recomendadas se encuentran la bronquitis, el asma, el reumatismo, la artrosis, la gota, las neurosis, la insuficiencia hepática o afecciones de la piel, como los eccemas o la psoriasis.
Dejamos el turismo de salud para adentrarnos en la oferta cultural de Caldes de Boí, que incluye un gran patrimonio románico. En el pueblo podremos ejemplos como la Iglesia de Sant Joan, que es la más antigua del Valle de Boí, y la Iglesia de la Mare de Déu de Caldes, que se remonta a la Alta Edad Media.
En este valle surgió el románico catalán, y aquí se encuentra la famosa Iglesia de Sant Climent de Taüll, todo un símbolo de la comarca de la Alta Ribagorza.
Planes en Caldes de Boí
Ya sabemos que el mayor atractivo turístico de Caldes de Boí es su oferta termal, gracias a su excelente balneario y a sus beneficiosas aguas. Pero hay otras muchas cosas que se pueden hacer en esta bonita zona de Lleida.
Los aficionados al turismo rural y a los deportes de montaña y al esquí estarán a sus anchas en esta localidad catalana. También disfrutarán a lo grande los amantes de la naturaleza, que tienen muy cerca el maravilloso Parque Nacional de Aigüestortes y Lago San Mauricio, un bello lugar para practicar el senderismo, hacer muchas fotografías y relajarse totalmente.
No hay que olvidar la magnífica oferta de arte románico del Vall de Boí, que incluye nueve iglesias declaradas Patrimonio de la Humanidad: Santa María de Taüll, Sant Joan de Boí, Santa Eulàlia de Erill la Vall, la Nativitad de Durro, la Ermita de Sant Quirc de Durro, Sant Feliu de Barruera, Santa María de Cardet y la Assumpció de Coll. Hay otra ermita románica, la de Sant Quirc de Taüll, pero no está incluida en la lista del patrimonio de UNESCO.
