Qué ver y hacer en el pueblo leonés de Caldas de Luna
Conocida por contar con un buen balneario, la población leonesa de Caldas de Luna es también un recomendable destino para los aficionados al senderismo y a la montaña.
La población de Caldas de Luna se halla muy cerca de la autopista que comunica la provincia castellano-leonesa de León con el Principado de Asturias. Se trata de uno de los pequeños núcleos de población que encontraremos diseminados por el Valle de Luna, en León.
Este tranquilo pueblo leonés se halla a 1.100 metros de altura, y rodeado por montañas que superan los 1.500 metros de altitud sobre el nivel del mar. Pertenece al municipio de Sena de Luna, que acoge también las poblaciones de Abelgas de Luna, Aralla de Luna, Pobladura de Luna, Rabanal de Luna, Robledo de Caldas, Sena de Luna y la Vega de Robledo. Entre todas estas localidades no suman más de 400 habitantes.
Y es que Caldas es un destino ideal para los que buscan el encuentro con la naturaleza, pero que huyen de las masificaciones y de los pueblos demasiado turísticos. Son muchos los bellos parajes que podremos ver y las rutas que se pueden realizar por el Parque Natural Valles de Babia y Luna, considerados también Reserva de la Biosfera de Babia y Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna.
Qué ver y hacer en Caldas de Luna
Si hay un plan por excelencia en Caldas de Luna, ese es el de disfrutar de su espectacular entorno natural. El pueblo está rodeado por valles y montañas, y surcado por el río que da nombre a la localidad, el Luna, que termina su recorrido en el Embalse de Barrios de Luna.
Se trata del escenario ideal para la práctica de actividades relacionadas con la montaña y con las actividades de riesgo y aventura, así como para otras más relajadas, como el senderismo. Siempre podremos completar nuestra estancia con una visita al Balneario de Caldas de Luna, donde nos dejarán muy, muy relajados.
Otras visitas imprescindibles en la zona son las de la Iglesia de San Juan Bautista, en el mismo Caldas; la Iglesia de Nuestra Señora de Puneda, en la cercana localidad de Rabanal de Luna, o el Valle de San Emiliano, un bello espacio natural que se extiende entre las comarcas de Babia y Luna.
El Balneario de Caldas de Luna
Desde hace siglos se conocen las virtudes del agua de Caldas de Luna, por lo que no es de extrañar la existencia de una estación termal en este pueblo leonés, que empezó a explotarse como balneario a principios del siglo XX. El 28 de mayo de 1917 las aguas locales fueron declaradas de utilidad pública, siendo recomendadas para dolencias como la gota, la artritis o el reumatismo.
Hoy en día el Balneario de Caldas de Luna cuenta con una gran oferta de bienestar y salud, y con unas magníficas instalaciones rodeadas por un privilegiado entorno natural. Dispone de alojamiento, además de contar con un spa termal con piscina cubierta, ducha vichy, baño de vapor…
Los clientes del balneario también disfrutarán de aparcamiento, Wi-Fi, un solárium, un restaurante que ofrece cocina tradicional leonesa, un agradable salón con chimenea o un completo programa de actividades al aire libre. Y siempre se puede aprovechar nuestra estancia en el balneario para hacer un bonita ruta por los alrededores, o sencillamente contemplar las cascadas del río Luna, que discurre junto a esta estación termal.