Truchas: un cielo estrellado que ilumina el Turismo Astronómico en León
La localidad leonesa de Truchas ha recibido, gracias a sus maravillosos cielos nocturnos, la certificación de Destino Turístico Starlight.
En el corazón de la comarca leonesa de La Cabrera, un pequeño municipio ha sido agraciado con un gran reconocimiento celestial. Truchas, un enclave rural que lucha contra la despoblación, ha obtenido la prestigiosa certificación de Destino Turístico Starlight.
Este distintivo, concedido por la Fundación Starlight, ensalza aquellos lugares que poseen cielos nocturnos de una calidad excepcional, ideales para la observación astronómica y el desarrollo del astroturismo como motor económico sostenible. Esta designación impulsa el turismo relacionado con las estrellas como una alternativa innovadora para revitalizar zonas rurales.
Esta distinción supone un importante revulsivo para la zona, atrayendo a un público interesado en la contemplación del firmamento y en experiencias ligadas a la naturaleza. Además, la certificación Starlight implica un compromiso con la protección del cielo nocturno, promoviendo prácticas de iluminación respetuosas con el medio ambiente y garantizando la calidad de las futuras observaciones astronómicas.
Truchas se erige, así, como un faro de luz en la lucha contra la despoblación, ofreciendo un nuevo atractivo turístico basado en la belleza de su cielo estrellado. El pueblo de Truchas se encuentra a 44 kilómetros de la preciosa localidad zamorana de Puebla de Sanabria, a 57 kilómetros del animado municipio de La Bañeza y a 69 kilómetros de la popular Astorga.
Un proyecto con raíces en la tradición y la ciencia
El camino hacia la certificación Starlight en Truchas no ha sido fruto de la casualidad, sino el resultado de un esfuerzo conjunto con profundas raíces en la comunidad. El Instituto de Estudios Cabreireses (IEC), consciente del valor intrínseco del cielo nocturno de esta zona de Léon, inició hace varios años un proyecto de divulgación y estudio. A través de actividades de observación astronómica, complementarias a la feria del libro local, el IEC sembró la semilla del interés por la astronomía entre los habitantes de la zona.
Esta institución cultural desempeñó un papel esencial al elaborar un exhaustivo dossier que presentó al Ayuntamiento. Este documento destacaba la calidad del cielo, y también subrayaba su importancia como patrimonio inmaterial, portador de leyendas y romances transmitidos oralmente a lo largo de generaciones, recopilados por el IEC. La presentación de este informe impulsó la búsqueda de financiación para obtener la certificación Starlight, reconociendo el potencial del astroturismo como una herramienta para el desarrollo local. El cielo, por tanto, se convierte en un recurso cultural y económico.
El compromiso del IEC con la preservación del patrimonio local se extiende, por tanto, a la protección del cielo nocturno. Considerado como un legado ancestral, este recurso natural se entrelaza con la identidad cultural de la zona, formando parte de su historia y sus tradiciones. La certificación Starlight representa, en este sentido, un reconocimiento al trabajo de esta institución y un paso adelante en la conservación de un patrimonio invaluable para las futuras generaciones.
La ciencia confirma el excepcional cielo de Truchas
La calidad del cielo de Truchas no es una mera apreciación subjetiva, sino que ha sido rigurosamente avalada por estudios científicos. El ingeniero Fernando Vélez, colaborador fundamental en este proyecto, fue el encargado de realizar las mediciones que confirmaron la los excepcional que es el cielo cabreirés. Sus palabras no dejan lugar a dudas: “el municipio de Truchas presenta unos cielos de calidad inmejorable dentro del territorio peninsular”.
Vélez profundizó en los resultados obtenidos durante el proceso de certificación, afirmando que “los estudios y mediciones hechos para la obtención del certificado de 'Municipio Starlight' arrojan unos valores extraordinarios calificando el cielo del municipio cabreirés como excelente para el estudio de la astronomía y el disfrute a simple vista de un cielo comparable al de tiempos ancestrales”. Esta declaración subraya la singularidad de Truchas como un lugar privilegiado para la observación astronómica, ofreciendo una experiencia inmersiva en un cielo prístino, libre de la contaminación lumínica que afecta a la mayoría de los núcleos urbanos.
Además de la observación a simple vista, la calidad del cielo de Truchas lo convierte en un enclave ideal para la investigación astronómica. Los bajos niveles de contaminación lumínica permiten obtener imágenes y datos de gran precisión, abriendo nuevas posibilidades para el estudio del universo. La certificación Starlight, por tanto, no solo beneficia al turismo, también impulsa la ciencia y la divulgación del conocimiento astronómico.
El Mirador de los Ciervos: un gran observatorio natural
Las mediciones realizadas para la obtención del certificado Starlight se llevaron a cabo desde un enclave estratégico: el Mirador de los Ciervos, en la localidad de Valdavido. Este punto ofrece unas condiciones óptimas para la observación del firmamento, con un horizonte despejado y una mínima interferencia lumínica. Los datos recogidos en este lugar confirman la excepcionalidad del cielo de Truchas.
Vélez explicó que “uno de los parámetros estudiados para la obtención del certificado es el valor SQM -Sky Quality Meter-, que mide el brillo homogéneo en magnitudes visuales por segundo de arco cuadrado”. Las mediciones de campo efectuadas en julio de 2023 desde el Mirador de los Ciervos arrojaron un valor de 20,45 en la escala SQM. Este dato revela un brillo “extraordinariamente bajo”, clasificando el cielo de Truchas dentro de la escala de Bortle como clase 2.
Para comprender la magnitud de este dato, Vélez estableció una comparación con otros lugares: “siendo la clase 1 la que podría haber en grandes desiertos como Atacama y la 9 la del centro de grandes ciudades como Madrid”. Esta analogía sitúa a Truchas en un nivel de calidad comparable a los cielos más limpios del planeta, como el desierto de Atacama, contrastando radicalmente con la intensa contaminación lumínica de las grandes urbes. El Mirador de los Ciervos se erige, por tanto, como un observatorio natural privilegiado, ofreciendo una ventana al universo en condiciones excepcionales.