Santo Domingo De La Calzada, La Rioja
Santo Domingo de la Calzada es una bella y preciosa localidad Riojana. Marcada por el camino de Santiago y el turismo rural, destaca su historia en tierra de vinos.
Introducción
Junto al río Oja nació Santo Domingo De La Calzada, esta villa riojana, entre Logroño y Burgos. Parte del Camino de Santiago y custodia de un enorme patrimonio cultural.
Con ahínco y buen hacer, han logrado preservar sus bienes y ofrecer un lugar de gran belleza al visitante.
Los registros más antiguas nos llevan al siglo XI, aunque será con la llegada de Domingo García que la población aumente notablemente su prestigio. Personaje que se ganará el título de santo y por el que será nombrada la villa.
Pasearemos por sus hermosas calles y contemplaremos cada uno de sus edificios históricos, refiriendo sus orígenes.
Aproximándonos
La autovía A-12 es conocida como la Autovía del Camino de Santiago. Esta nos lleva desde Logroño, la capital riojana, a Santo Domingo en poco más de media hora.
Es una ruta cómoda que atraviesa las vastas tierras de cultivo y nos lleva directa a nuestro destino. Aunque para aquellos que prefieran perderse por la región, siempre tienen la posibilidad de viajar por carretera nacional e ir visitando los pequeños pueblos o históricas poblaciones como Nájera.Villa esta que merece un artículo aparte.
Santo Domingo de la Calzada nos recibe como ha recibido a tantos peregrinos a lo largo de su larga historia. Con la parsimonia y paz que solo ofrece el campo, pero envuelta en la nobleza con que su ilustre arquitectura la bendice.
Atractivos
Aunque Santo Domingo de la Calzada es una población pequeña, su población ronda los 6.200 habitantes, el paseo por sus calles nos ofrece un gran número de lugares que visitar.
Sin duda el primero al que uno debe acudir es a su catedral, una auténtica joya arquitectónica original de mediados del siglo XII, sobre la que se añadieron posteriores del siglo XVI.
Dedicada al santo patrono local, Santo Domingo, quien fue el principal impulsor de la región y favoreció la ruta jacobea. No solo se le dedicó, sino que es su mismo mausoleo, ya que los restos de Domingo García descansan allí.
Es curiosa la historia que hay en torno a este santo. Cuentan que una pareja de origen alemán y su hijo, que realizaban el Camino de Santiago, se detuvieron en la localidad. Se hospedaronn en la villa y la hija del posadero se enamoró del joven. Pero este no le correspondió.
Vengativa, escondió una copa de plata entre sus pertenencias, para luego acusarle de robo.Cuando fue encontrada la copa, lo condenaron por robo a la horca. Los padres, al día siguiente, decidieron ir a ver el cuerpo de su hijo antes de partir. Y para sorpresa de ambos le encontraron vivo.
El muchacho aseguró que había sido Domingo García, que intervino por él, protegiéndole la vida. Los padres fueron a ver al corregidor de la ciudad para contarle lo sucedido. Lo encontraron comiendo y, escéptico ante lo que narraban, les dijo que su hijo estaba tan vivo como el gallo y gallina asados que tenía él para comer.
No es que sea la respuesta más adecuada para dar a una pareja de padres que acaba de perder a su hijo, pero bueno.
En ese momento el gallo y la gallina recuperaron el plumaje y la vida, saltando de los platos y montando un gran estropicio en la mesa. De este modo se daba fe del milagro y comenzaba la tradición que aún hoy día se mantiene, que es la de guardar un gallo y una gallina en un espacio de la catedral.
Otra curiosidad de esta catedral es que su torre se encuentra fuera del conjunto principal. En su momento se edificaron dos torres en ella, pero una por un rayo y otra por la erosión de sus sillares, se vinieron abajo.
Tras estudiar el terreno se decidió que era mejor elevarla un poco más alejada. Así fue que a mediados del siglo XVIII se alzó la que es la torre más alta de toda la Rioja, con 69 metros de altura. De estilo barroco y dotada de un fuerte magnetismo, especialmente por su notable altura que la hace destacar por encima de todos los edificios de la villa.
Existen otros edificios religiosos en Santo Domingo de gran interés. El sólido Convento de San Francisco, que hoy es en parte parador turístico, en parte taller de restauración artístico y en parte hospital; función esta que ya desarrollaba en sus inicios.
O la Abadía del Císter, que comenzó sus funciones en el siglo XVII y que es donde se encuentra el albergue para peregrinos.
Y varias ermitas tanto en el núcleo urbano como en las zonas circundantes, que conservan dentro de su humilde sobriedad algunas pequeñas muestras de la devoción de su tiempo en distintas formas artísticas.
Sería ciertamente muy largo pararse a hablar del gran número de edificios destacables de Santo Domingo de la Calzada, desde su mismo ayuntamiento hasta las casas solariegas y palacios herederos de la aristocracia y los adinerados del burgo.
La villa conserva parte de su antigua muralla, el mayor recinto de este tipo conservado en La Rioja.
Por supuesto no podemos dejar de mencionar el puente que cruza el río Oja. Ya que esta construcción fue la que logró traer la prosperidad inicial a la villa. Domingo García fue quien lo financió y desde aquel entonces, hablamos del siglo XI, ha sido ampliado hasta casi los 150 metros.
Santo Domingo de la Calzada es una localidad que guarda su legado con gran elegancia, que se disfruta en el paseo, para el que se brinda especialmente acogedora.
Próximo a la villa encontramos lugares que también llamarán nuestra atención. Como el Jardín Botánico de La Rioja, en el que uno puede detenerse si viene desde Nájera, pues está a poco más de 10 km de Santo Domingo.
Y en dirección sur, a una media hora por carretera, se encuentra la estación de esquí de Valdezcaray, en la Sierra de la Demanda. Considerada siempre entre las mejores del territorio nacional.
Sin olvidar un hecho ya mencionado y que fue motivo principal de esta villa, el Camino de Santiago, que podríamos considerar la ruta de senderismo más importante de Europa. Incluso del mundo. Tanto por su largo recorrido, por su fundamental presencia histórica como por la belleza de entornos que descubre; por supuesto entre ellos Santo Domingo de la Calzada.
Conclusión
Se trata de un destino que podríamos considerar clásico dentro del turismo cultural español. Sobretodo si tenemos en cuenta que lleva alojando viajeros desde la Edad Media.
Nos deja en el recuerdo un saber hacer a la hora de conservar su patrimonio. Esa belleza elegante que antes describimos.
Un lugar que, aunque no nos coja de paso, querremos detenernos a descubrir.