Los Monasterios de San Millán de la Cogolla en La Rioja
Una visita de altos vuelos culturales para encontrarnos con dos monasterios que ya son Patrimonio de la Humanidad. Descubrimos los Monasterios de Suso y Yuso en San Millán de la Cogolla.
En un entorno natural tan espectacular como la Sierra de la Demanda se encuentra San Millán de la Cogolla, un lugar con dos razones de peso para hacer un viaje a La Rioja.
En San Millán de la Cogolla se encuentran dos monasterios que son Patrimonio de la Humanidad, el Monasterio de Suso y el Monasterio de Yuso. Este conjunto monumental ya justifica una visita a tierras riojanas por sí solo, pero hay más.
Porque muy cerca de "la cuna del Castellano" puedes disfrutar de pueblos con encanto como Nájera o hacer una escapada de turismo activo en Ezcaray. Eso si consigues no quedarte atrapado por la magia de los monasterios de San Millán de la Cogolla.
El Monasterio de Suso
La historia del Monasterio de Suso comienza en el siglo V con pastor llamado Millán y su retirada ascética a una cueva en la ladera de la Sierra de la Demanda. Tras su muerte, en el año 574 se construyó un monasterio en su honor que desde el principio tuvo el favor de los reyes navarros, con lo que pronto se convirtió en uno de los centros más representativos de la cristiandad.
Si el Monasterio de Suso tiene una gran importancia religiosa y artística, también es de resaltar su función cultural. Fue aquí donde un monje escribió las Glosas Emilianenses, unas aclaraciones al margen de un texto en latín que estaban escritas en lengua romance, lo que daría lugar más tarde al Castellano. Cabe señalar que aquí también se encontraron las primeras anotaciones en Euskera.
La importancia lingüística y literaria de este lugar que se conoce como "la cuna del castellano" no terminan aquí. Gonzalo de Berceo habitó en este monasterio en el siglo XIII contribuyendo a la consolidación del Castellano con sus escritos.
El Monasterio de Yuso
La creación del Monasterio de Yuso está ligado a un milagro relacionado con su vecino edificio. En una de las razias de Almanzor, Suso fue incendiando y unos años más tarde, el rey García IV quiso poner a salvo las reliquias del santo Millán trasladándolas a Santa María la Real de Nájera. Pero los bueyes que tiraban de la carreta apenas avanzaron, se quedaron parados y se negaron a continuar.
Esto fue interpretado como un milagro y llegaron a la conclusión de que el santo quería quedarse en aquel lugar. Y justo en el sitio donde los bueyes se detuvieron, se construyó el Monasterio de Yuso, en estilo románico aunque con posteriores remodelaciones. A partir de aquí, se formó el pueblo de San Millán de la Cogolla, un lugar que aunque no forma parte del Camino de Santiago, acoge a numerosos peregrinos que se desvían un momento para visitar este conjunto monástico.
La visita a los Monasterios de San Millán de la Cogolla
Las visitas a ambos monasterios son independientes y conviene hacer reserva con antelación. En el Monasterio de Suso la visita es guiada y dura una media hora en la que verás las cuevas donde habitó el eremita Millán, la variedad de estilos del monasterio desde las huellas visigodas hasta las románicas y te contarán algunas leyendas como la de los 7 infantes de Lara que te dejarán con ganas de volver.
Por su parte, en la visita al Monasterio de Yuso conocerás a fondo la leyenda del milagro de su fundación y no olvidarás la mezcla de estilos renacentista y barroco, el Salón de los Reyes, el Claustro, la Iglesia Catedralicia y los frescos de la Sacristía.