Escapada enológica a Haro, en La Rioja
En otoño, durante la vendimia, es un estupenda época para disfrutar de una escapada de enoturismo a Haro, la Capital del Vino de Rioja.
Al noroeste de la comunidad autónoma de La Rioja, en la llamada Rioja Alta, se encuentra el destino preferido de los aficionados al buen vino y a todo aquello que le rodea. Hablamos de Haro, un municipio de casi 12.000 habitantes cuya principal actividad económica es la viticultura y la elaboración de vinos de calidad incluidos dentro de la Denominación de Origen Calificada Rioja.
Y son sus bodegas, sin duda, uno de sus más reclamados atractivos turísticos, pero Haro es mucho más que vino. Esta localidad riojana ofrece también a sus visitantes un excelente patrimonio cultural y monumental. De hecho, su casco antiguo, conocido como la Herradura, está considerado como Bien de Interés Cultural, y en junio tiene lugar la Batalla del Vino, una cita muy divertida y de lo más peculiar.
Qué ver en Haro
Te proponemos realizar un recorrido monumental por el municipio de Haro, andando, por supuesto. Comienza en la Plaza de la Paz, donde se encuentra el icónico Ayuntamiento, cuyo edificio es del siglo XVIII. Dos son los lugares de arquitectura religiosa que no podemos perdernos, la Basílica de Nuestra Señora de la Vega, dedicada a la Patrona de Haro, y la Iglesia de Santo Tomás, del siglo XVI.
Pasamos a visitar los palacios de Haro, sí en plural, porque la localidad cuenta con el Palacio de Los Condes de Haro, del siglo XV; la Casa Pisón, un palacio barroco del siglo XVII; el Palacio de Tejada, que mezcla el barroco y el estilo neoclásico; el Palacio de Los Salazar, del siglo XVIII y declarado Bien de Interés Cultural; el Palacio de las Bezaras, del siglo XVIII; el Palacio de Las Sevillanas, del siglo XVIII; el Palacio de la Plaza de La Cruz, del siglo XVIII o el Palacio plateresco de Bendaña.
Debemos reservar tiempo para visitar el Museo del Torreón, dedicado al arte contemporáneo riojano, y el Museo al Aire Libre, que incluye varias esculturas que representan oficios tradicionales y están repartidas por toda la ciudad. Ya a las afueras del municipio, en el precioso Paraje de San Felices, se encuentra la Ermita de San Felices, Patrón de Haro, y hay un magnífico mirador que está coronado por la figura del Santo.
Qué hacer en Haro
En Haro se come muy bien, y es un lugar ideal para ir de pinchos y vinos. Su recetario popular incluye platos tan deliciosos como la menestra de verduras, las patatas con chorizo, las pochas a la riojana, los pimientos rellenos de carne o las chuletillas al sarmiento. Para acompañarlos, nada mejor que los vinos de Rioja. Y hay otra bebida local, que entra muy fácil pero es bastante fuerte, llamada el Zurracapote, que lleva vino tinto, agua, azúcar, canela y limón.
Un plan obligatorio en Haro consiste en recorrer sus bodegas, y para ello habrá que trasladarse al Barrio de la Estación, donde se encuentran bodegas tan emblemáticas como Muga, Cvne, Rioja Alta, López Heredia, Gómez Cruzado, Roda o las Bodegas Bilbainas. En ellas conoceremos la historia del Vino de Rioja y todo lo relacionado con las viñas y las uvas, además de poder realizar una cata de vinos, entre otras actividades enoturísticas. Fuera de este barrio hay otras importantes bodegas, como las de Ramón Bilbao, la Bodega Martínez Lacuesta o las Bodegas Carlos Serre.
Llega el momento de disfrutar intensamente de Haro y de su calendario de eventos, en el que destacan la famosa Batalla del Vino, que tiene lugar el 29 de junio, y las Fiestas de Nuestra Señora de la Vega, patrona de la ciudad, que son a principios del mes de septiembre. Pero, en cualquier momento del año, Haro es siempre un gran destino, seas o no aficionado al vino.