Ezcaray, gastronomía y naturaleza
Silvia Gonzalez Fernandez 11 Diciembre, 2020
Si la gastronomía y la naturaleza te motivan a partes iguales, Ezcaray es tu destino. Elijas la temporada que elijas para visitarlo, siempre será una explosión de color en sus bosques y de sabor en sus mesas.
En este municipio de La Rioja es posible darse a la buena vida tanto si te apasiona el senderismo o los deportes de montaña, como si lo tuyo es más bien sentarte a la mesa. Ligeramente escondido en un valle –el de Oja, en la Sierra de la Demanda– y rodeado de hayedos y montañas, Ezcaray dispone de un paisaje privilegiado y de unas condiciones perfectas para acoger todo tipo de visitantes.
En este bonito pueblo riojano, los bosques son algo tan importante para sus habitantes que incluso albergan obras de arte. A los pies de Nuestra Señora de Allende se encuentra 'El bosque suena', un espacio de reforestación donde cada árbol plantado incluye una obra artística de los grupos musicales que han visitado el 'Ezcaray Fest'.
Además, Ezcaray también resulta un fabuloso punto estratégico para establecer nuestro ‘campamento base’. Si lo que deseamos es visitar los lugares más emblemáticos a nivel histórico, artístico y cultural de La Rioja, desde Ezcaray lo tendremos todo a un paso.
Paseo, comida y siesta a la riojana
De todos los planes que Ezcaray y su entorno nos ofrece, os comentaré con el que ahora mismo sueño. Dar un apacible paseo, reservar mesa para comer en uno de los restaurantes del pueblo y finalmente poner en práctica lo que el refrán aconseja: ‘Después de comer, echa la siesta. Ya pasearás después de la cena’.
Y es que arroparnos bajo una manta de mohair ‘made in Ezcaray’ al calor de una crepitante chimenea, me parece la mejor forma de fijar en nuestra memoria todas estas agradables vivencias.
En Ezcaray se respira naturaleza por los cuatro costados, pero también historia y arte. Su encanto reside en la cantidad de cosas que nos ofrece para ver y para hacer. Las opciones son tantas como los colores que muestran sus bosques –según la temporada del año en que vayas– o las piedras de las antiguas casonas que encontramos en sus aportaladas calles.
Tapear o sentarse a la mesa en Ezcaray
En lo tocante a la gastronomía, cuando descubres la sensibilidad con la que se trabaja, Ezcaray te engancha. En esta bonita comarca no solo se cocina, buscan atrapar la esencia de los bosques que los rodean y lo logran. Han aprendido a condensar el olor a verdes praderas, el crujido de la seca hojarasca o el frescor de alta montaña en platos que recrean sensaciones y resultan auténticas experiencias cuando el comensal los lleva a su boca.
Tapear o reservar mesa y sentarse a disfrutar de un plan más tranquilo. En Ezcaray ambas opciones son posibles y con cualquiera de ellas vas a acertar de pleno. Si eliges la primera no puedes pasar por alto la oreja adobada a la plancha en el Bar Roypa, las sardinas con montera o el bacalao en aceite del Satorre y las patatas fritas caseras –tipo churrería– del Tres Puertas.
Si por el contrario, lo que buscas es una experiencia gastronómica más sosegada en torno a una mesa, nuestras recomendaciones son Echaurren (en cualquiera de sus versiones y sin olvidar probar sus afamadas croquetas), Casa Zaldierna o Masip. Tradición, vanguardia y calidad en perfecto equilibrio están garantizados en todos ellos.