Cenicero, destino enoturístico en La Rioja
Poseedora de un curioso nombre, y albergando algunas de las mejores bodegas de la D.O. Rioja, la localidad de Cenicero constituye un perfecto destino enoturístico.
Situada en la comarca de Logroño, en la conocida como Rioja Media, Cenicero es una antigua población riojana volcada en la la vinicultura y en el enoturismo. Con algo más de 2.000 habitantes, ostenta el curioso título de “muy humanitaria ciudad”, además de formar parte de la Asociación de Pueblos con Nombres Feos, Raros y Peculiares, que tiene su sede en Guarromán.
Su peculiar nombre tiene su explicación, ya que proviene de la época en la que los primitivos pastores del lugar dejaban montones de cenizas de las hogueras que montaban a orillas del río Ebro. Por aquí ya pasaron los árabes en el sigo VII, y la población estuvo considerada aldea de Nájera hasta el año 1636, cuando por decreto se constituyó como villa independiente con “derecho a horca y picota”. Ya durante la I Guerra Carlista, en 1834, la localidad tuvo un heroico comportamiento que ha quedado reconocido con la Estatua de la Libertad.
El municipio de Cenicero está ubicado en la orilla derecha del Ebro, junto al río Najerilla, contando con unas terrazas naturales que resultan perfectas para el cultivo de la vid. No es de extrañar que en su término municipal se encuentren algunas de las mejores bodegas de la D.O. Rioja, como Marques de Cáceres o las Bodegas Riojanas.
Qué ver en Cenicero
Pero esta villa riojana es mucho más que bodegas y vino. Cenicero posee un buen patrimonio monumental protagonizado por la Iglesia Parroquial de San Martín, que fue construida en el siglo XVI y es de estilo gótico. Quedó totalmente destruida durante la guerra carlista de 1834, y hubo que reconstruirla posteriormente, siendo abierta de nuevo en 1854. Como sus retablos se perdieron en el incendio, fueron sustituidos por los del Convento de San Francisco de Nájera.
En el siglo XVIII se construyó la Ermita de la Virgen del Valle, que se encuentra en el mismo centro de la villa. Merece la pena acceder a su interior interior para poder contemplar sus dos retablos, dedicados a San Antón y San Isidro, así como el retablo central, que acoge una imagen tallada de la Virgen del Valle del siglo XIII, que además es la patrona de esta ciudad.
Otros lugares que visitar en Cenicero son la Casa de Cultura Las Monjas, cuyo edificio es del siglo XVIII, y un crucero de estilo renacentista del siglo XVI. Muchas de las casas de Cenicero poseen una bodega, y en muchos casos un lagar. Un buen ejemplo de ello es una casa gótica que hay en la calle Trinquete.
Qué hacer en Cenicero
El principal plan en la villa riojana de Cenicero es el enoturismo. Y es que casi todas las bodegas de la localidad ofrecen interesantes experiencias enoturísticas. Es el caso de las bodegas Berberana, Marqués de Cáceres, Bodegas Riojanas, Bodegas Tritium…
El calendario de fiestas y eventos también nos proporcionará muy buenos momentos. Uno de los festejos más populares es la festividad en honor de Santa Daría que, aunque es el 25 de octubre, se celebra a principios de septiembre, coincidiendo con la festividad de la Virgen del Valle.
Por San José, el 19 de marzo, la Cofradía de San José reparte entre los asistentes bollos con vino y zurracapote, una bebida hecha con frutas y vino. Ya en mayo, el 15 de mayo, se celebra San Isidro acudiendo a la Ermita de la Virgen del Valle, donde se canta la salve y se enciende la hoguera o "charma", y nuevamente se reparten bollos y zurracapote. La Semana Santa de Cenicero es conocida por actos tradicionales como “la Quema del Judas”, que consiste en unos muñecos de gran tamaño que están rellenos de paja y van vestidos de forma estrafalaria, y a los que cuelgan por las calles para luego prenderles fuego.
