El precioso pueblo de Iznatoraf, en Jaén
Situado sobre un cerro con vistas a la Sierra de las Villas, Iznatoraf es un tranquilo y hermoso destino rural en tierras de Jaén.
Que el nombre no te llame a engaño, porque Iznatoraf no es una fría población de la estepa rusa, sino un cálido y encantador pueblo ubicado sobre un cerro de 1.000 metros de altitud. Cuenta con una zona situada junto al “mar de olivos” y con otra ubicada dentro de los límites del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, en la provincia de Jaén.
Junto con las localidades de Villacarrillo, Sorihuela del Guadalimar y Villanueva del Arzobispo conforman la Comarca de Las Cuatro Villas. En su entorno natural, la Sierra de las Villas, las grandes extensiones de olivos o los ríos Guadalquivir y Guadalimar dan forma a un maravilloso paisaje difícil de olvidar.
Qué ver en Iznatoraf
Su nombre, de origen árabe, significa “el castillo del camino”. Pero no esperes encontrar una gran fortaleza, apenas unos pocos restos de un castillo. Lo que sí hay es una muralla medieval que cuenta con varias puertas, como la de la Virgen del Postigo.
Una vez traspasamos la muralla comprobaremos que nos encontramos en una auténtica medina islámica de estrechas callejuelas donde se conservan antiguas casas medievales y hay flores por todas partes. La herencia musulmana es más que evidente, y todo el casco antiguo fue declarado Conjunto Histórico.
Prepara la cámara o el móvil, porque hay muchos lugares y rincones que enamoran totalmente en Iznatoraf. Los arcos del Pozo de la Nieve y de la Virgen del Postigo, la Plaza de San Fernando, la Torre del Reloj, la Ermita de la Veracruz o la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción tienen mucha historia a sus espaldas, y son de lo más fotogénicos.
Qué hacer en Iznatoraf
Los torafeños, como se conoce a los de Iznatoraf, sienten pasión por su patrona, la Virgen de la Fuensanta, a la que el día 7 de septiembre cubren de pétalos de flores y de piropos. Tras una gran romería y una misa, comienzan las verbenas, y la noche se alarga hasta el amanecer entre música, baile y mucha animación.
Una degustación de su gastronomía tradicional nos permitirá disfrutar de recetas tan típicas como las gachamigas o la pipirrana, que nada tiene que ver con las que se hacen en el resto de Andalucía, ya que ésta consiste en un puré de patatas con bacalao. No deben faltar los embutidos, en especial la morcilla blanca, y los guisos de caza. Y el toque dulce lo ponen los roscos de baños.
Tras recobrar fuerzas, primero podemos ir a comprar alguna de las maravillosas cestas de esparto que algunos artesanos todavía hacen en el pueblo. Después llega el momento de perderse por su entorno natural, y por parajes como la Cueva del Peinero, el Paisaje de La Parra o el Paraje de Jesús del Monte. Y, por supuesto, por el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, donde nos dejaremos llevar por el aroma de los pinos y por el murmullo de los numerosos arroyos, fuentes y riachuelos de la zona. Y para que la estancia resulte perfecta, nada mejor que reservar alojamiento en esta parte de Jaén a través de Hoteles.net, siempre al mejor precio.