Jaén, un paraíso en el interior del Andalucía
Jaén es una de las ciudades andaluzas que hay que visitar, al menos, una vez en la vida.
Fuente de la imagen: La Cosmopolilla
Situada a los pies del cerro de Santa Catalina, sobre el que se halla el castillo del mismo nombre, se extiende la bella ciudad de Jaén. Aquí no se huele el mar, ni falta que hace, porque con el aroma de los olivares es suficiente, siendo conocida a nivel mundial por su estupendo aceite.
Anda sobrada de patrimonio monumental, y está rodeada por el Parque Perirubano, un espacio natural de interés medioambiental y con varias propuestas de ocio.
Como en toda Andalucía, su clima es mediterráneo, pero el de aquí tiene influencia del clima continental. Esto se traduce en unos veranos realmente calurosos, con temperaturas máximas que suelen superar los 40 grados centígrados. Los inviernos también son extremos, con temperaturas mínimas de bajo cero.
Fuente de la imagen: Megaconstrucciones
Patrimonio monumental de Jaén
Su increíble patrimonio exige una estancia de varios días para poder disfrutarlo al máximo. Un buen inicio es la Catedral de la Asunción, diseñada por el arquitecto Andrés de Vandelvira y considerada una obra clave del Renacimiento español. Le siguen en importancia el Castillo de Jaén, que consta de tres recintos, el Castillo de Santa Catalina, el Alcázar Viejo y el Abrehuí, y la Basílica de San Ildefonso, edificada entre los siglos XIV y XV. Es de estilo gótico, y acoge el sepulcro del arquitecto Andrés de Vandelvira.
Iglesias históricas hay en la localidad para todos los gustos, como la Iglesia de San Andrés y la Santa Capilla, el Real Convento de Santo Domingo, la Iglesia de Santa María Magdalena o las iglesias de San Bartolomé, San Juan Bautista y la Merced.
Si prefieres ver palacios, puedes empezar por el de los Vilches, y seguir por el Palacio del Condestable Iranzo, el Palacio del Museo de Jaén, el del Vizconde de los Villares, el Palacio Municipal, el Provincial, el del Conde-Duque, el Palacio de los Torres de Navarra o el Palacio de Villardompardo, que en su interior alberga los famosos baños árabes, el Museo de Artes y Costumbres y el Museo Naïf.
Fuente de la imagen: El Viajero Feliz
Qué comer en Jaén
No sólo se produce un excelente aceite de oliva en esta capital andaluza, también magníficas verduras y hortalizas. Con estos ingredientes se preparan algunos de los platos más típicos de la ciudad, como la pipirrana o el gazpacho.
Si quieres seguir tomando recetas tradicionales de esta tierra, puedes probar con los potajes de acelgas y espinacas, las migas, las judías con perdiz, el ajoharina, las judías palmeras, el potaje carmelitano o el choto al ajo cabañil.
De postre, puedes tomar frutas locales, como melocotones, cerezas, caquis, higos, brevas, albaricoques, membrillos, peras, manzanas, melones o sandías. Si eres más goloso, prueba con dulces como los mantecados, las delicias de ajonjolí, los hojaldres, los bizcochos o los pestiños.
Fuente de la imagen: Diputación de Jaén
Turismo por Jaén
Durante tu estancia en Jaén te sentirás continuamente arropado por la hospitalidad de sus habitantes, y descubrirás que es una ciudad muy tranquila, sin grandes masificaciones.
Su oferta turística es de lo más completa, contando con propuestas de ocio, cultura, monumentos o espectáculos, y con un amplio repertorio de comercios, bares, restaurantes, hoteles y locales nocturnos. Si quieres llevarte un recuerdo de la villa, los artesanos locales realizan estupendos trabajos de cerámica y cestería, además de crear magníficas alfombras.
En cuanto a su calendario festivo, destacar eventos como el Fuego de San Antón, que tiene lugar en enero; la Semana Santa, declarada de Interés Turístico Nacional, y la Feria Municipal, que se celebra en octubre en honor de San Lucas.