El Parador de Turismo de Jaén
Situado en lo más alto de la ciudad de Jaén, su Parador de Turismo cuenta con muchos siglos de historia a sus espaldas.
Desde el punto más alto de la ciudad de Jaén, que se encuentra ubicado en el Cerro de Santa Catalina, se disfruta de las mejores vistas de la capital jienense. No es de extrañar que los árabes edificaran aquí una alcazaba, y que posteriormente los cristianos la transformasen en el Castillo de Santa Catalina.
Muchos siglos después, las tropas de Napoleón volaron la fortaleza, pero una parte del castillo sobrevivió, y junto a ella se construyó el Parador de Turismo de Jaén. Sin duda es un pedazo muy importante de la historia de España que ha sido recreado para poder ser disfrutado por todos los que se alojen en él. Se trata de un edificio de nueva planta, pero que representa el aspecto militar y defensivo del resto del conjunto arqueológico.
La historia del Parador de Jaén
Realmente intenso es el periplo que vivieron esta alcazaba/castillo y el cerro donde se hallaba hasta llegar a nuestros días. Por aquí pasaron los cartagineses, aunque los restos más antiguos que todavía se conservan pertenecen a la alcazaba árabe del siglo VIII, llamada de Abrehuí.
Fue conquistada por los cristianos en el siglo XIII, que tras reconstruirla la denominaron como el Castillo Viejo. La fortaleza fue ampliada con un nuevo recinto, que pasó a llamarse el Castillo de Santa Catalina, en honor a la santa que fue torturada por el emperador romano Majencio. De la época cristiana son las líneas de muralla y las torres que se ven en la actualidad. Ya en el siglo XV, Miguel Lucas de Iranzo, condestable de Castilla, ordenó unir ambas fortalezas y edificar una enorme torre del homenaje, con casi treinta metros de altura.
Tras caer el Reino de Granada, la fortaleza perdió su función militar y quedó abandonada. Durante la Guerra de la Independencia, en el siglo XIX, las tropas napoleónicas quemaron una parte y crearon nuevas edificaciones con funciones como hospital o caballerizas. Tras ser derrotados en Bailén, antes de marcharse los franceses bombardearon el interior del castillo, que quedó en un estado deplorable hasta que en el siglo XX fue restaurado para convertirse en el Parador de Turismo de Jaén, que se inauguró en el año 1965.
El Parador de Jaén
Lo primero que se ve desde la lejanía cuando te acercas a la ciudad de Jaén es el Cerro de Santa Catalina, y sobre él está el Parador de Turismo. Fue construido siguiendo el estilo del Renacimiento andaluz, y en su interior se han mantenido elementos tan clásicos como los espectaculares arcos cruzados a 20 metros de altura en el salón principal, el comedor y las habitaciones, que disfrutan de impresionantes vistas panorámicas de la ciudad.
El Parador de Jaén cuenta con una habitación accesible, 33 habitaciones dobles, nueve habitaciones doble superior y dos Junior Suite, disponiendo en total de 90 plazas. Sus estancias poseen techos altos con vigas de madera y suelos con bonitas baldosas. Su peculiar decoración, con muebles de estilo clásico e influencias árabes, combina a la perfección con el carácter histórico del edificio.
Los clientes podrán disfrutar en este parador de turismo de su magnífico restaurante, decorado también en estilo árabe, cuya carta incluye deliciosos platos tradicionales, como ensaladas o sopas de la tierra. En verano contamos con su preciosa piscina exterior, y durante todo el año podremos conocer la bonita y hospitalaria ciudad de Jaén.