Destino Ibiza: Sant Joan de Labritja
Alejada de la la Ibiza más populosa y ajetreada, el pueblo de Sant Joan de Labritja es un reducto de tradición y tranquilidad en la isla balear, y con un innegable encanto que no escapa a nadie.
Llega el verano y la isla de Ibiza se llena de visitantes que quieren pasarlo bien. Abarrotan sus playas, sus bares, restaurantes y tiendas, y alargan las noches hasta el amanecer. Pero esto no ocurre en toda la isla balear, todavía hay pequeños pueblos que escapan a la vorágine del turismo. Uno de esos municipios en Sant Joan de Labritja, un encantador pueblo costero que todavía conserva las tradicionales costumbres ibicencas.
Situado en la zona norte de la isla, la población se divide en cuatro parroquias o núcleos de población: Sant Joan, que es la capital municipal, Sant Miquel, Sant Vicent y Sant Llorenç. En todos ellos sigue muy presente la herencia cultural y el folclore tradicional de esta isla pitiusa.
Uno de los principales atractivos de esta población ibicenca de casas blancas y plácidas calles son sus pequeñas pero preciosas calas, donde podremos disfrutar del sol y de las tranquilas aguas del mar Mediterráneo.
El clima de Sant Joan de Labritja
Antes de hacer la maleta, es conveniente saber el tiempo que nos espera en la isla de Ibiza. Posee un clima de tipo mediterráneo, que suele resultar bastante suave a lo largo de todo el año.
Se empieza a sentir calor en torno al mes de mayo, alcanzando la temperatura en estas fechas hasta 20 grados centígrados. Llega el verano y el termómetro asciende hasta los 30 grados, siendo la ausencia de precipitaciones la nota predominante, a excepción de algunos núcleos tormentosos. El agua del mar en la temporada estival se mantiene entre los 25 y los 27 grados.
El invierno es frío, pero no excesivamente. Los meses de enero y febrero son los más fríos del año, con una temperatura media de 12 grados centígrados, aunque es muy raro que el termómetro descienda por debajo de los 5 grados.
Recorriendo Sant Joan de Labritja
La localidad de Sant Joan de Labritja tiene un poco de todo, así que nunca defrauda a nadie. Para los que gustan de visitar monumentos, les recomendamos la pequeña capilla de Milà, edificada en el año 1720, y la iglesia que se halla justo al lado, que es del año 1770. En los alrededores del pueblo se pueden hacer otras interesantes visitas, como las Cuevas d’en Marçà, la torre defensiva de Balanzat o el yacimiento de la Cueva de Es Culleram. En esta oquedad se halló la pieza arqueológica más destacada de la toda la historia púnica de la isla de Ibiza: la diosa Tanit.
Si eres de los que prefieres perderte en plena naturaleza, te sugerimos el Área de Especial Interés de Es Amunts, un lugar de gran valor ecológico, por su fauna y flora autóctona, que el pueblo comparte con la población de Sant Antoni. Esta zona es una de las más vírgenes de la isla, y para descubrirla a pie hay siete rutas perfectamente señalizadas, y a cual más bonita.
El litoral de Sant Joan es muy abrupto, siendo la mayor parte de acantilados. Pero entre ellos surgen coquetas y escondidas calas, como Cala Xarraca, Es Caló d’en Serra Benirràs, Es Caló des Multons y, las más conocidas, la cala de S’Illot des Renclí y la Cala de Sant Vicent. No dejes de visitar el pueblo de Sant Joan de Labritja, un pueblo como los de antes en la siempre cosmopolita isla de Ibiza.