Escapada rural a Nerín, en Huesca
El pequeño pueblo oscense de Nerín cuenta con todos los encantos que buscan los adictos al turismo rural: tranquilidad, tradición y una estupenda oferta de naturaleza.
Fuente de la imagen: El Pirineo de José
Nerín es un pequeño pero precioso pueblo que pertenece al municipio de Fanlo, en la provincia de Huesca, Comunidad Autónoma de Aragón. Se encuentra situado en un enclave natural privilegiado de la comarca de Sobrarbe, a una altura de 1.281 metros.
La localidad está rodeada por parajes tan espectaculares como el Cañón del Añisclo, el pico Mondoto, Sestrales o la Peña Montañesa.
En las calles del pueblo se puede ver como han conservado la arquitectura tradicional de esta parte de Huesca. Las casas están construidas sólo con materiales de la zona, como la teja, la piedra o la madera. Y una particularidad, sus escasos habitantes hablan entre ellos en un peculiar catalán, aunque por supuesto todos hablan también castellano.
Fuente de la imagen: Hotel Palazio
El tiempo en Nerín
El clima es de tipo pirenaico o alpino, y su principal característica es que es muy húmedo. La temperatura media anual es de casi 7 grados centígrados. El mes más cálido del año es julio, con una media de 15 grados. Si hablamos de frío, el mes más fresco es enero, con un promedio de 0,3 grados.
En cuanto a las precipitaciones, que pueden ser en forma de lluvia o de nieve en invierno, la media anual es de 1.001 mm. Julio es el mes más seco, con 62 mm, y mayo el más lluvioso, con 108 mm.
Fuente de la imagen: SIPCA
Descubriendo Nerín
Dentro de la oferta monumental local destaca la Iglesia Parroquial de San Andrés, del siglo XII y estilo románico. También sorprende gratamente el conjunto de arquitectura tradicional del pueblo, así como su espectacular marco natural, el Valle de Bió, situado entre los cursos de los ríos Ara y Cinca.
Es importante saber que una parte del término municipal de Fanlo, al que pertenece Nerín, se halla dentro del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y del Monumento Natural de los Glaciares Pirenaicos. Se trata de dos de los enclave naturales no sólo más bellos de Huesca, también de toda España.
Fuente de la imagen: Escapada Rural
Comer en Nerín
La cocina tradicional de esta zona recibe una gran influencia de la gastronomía típica de la comarca de Sobrarbe, que es muy parecida a la del resto del Pirineo y de Aragón.
Entre los platos más típicos que podremos degustar se encuentran las chiretas, que son tripas de cordero cosidas y rellenas de arroz con carne; las patatas con sopas, las patatas con carne o el salmorrejo. No confundir con el salmorejo cordobés, ya que el salmorrejo consiste en tortillas de arroz con patatas y carne.
En esta parte de Aragón es tradición en invierno realizar la matanza del cerdo o matacía, que constituye todo un acontecimiento. De ella salen productos como las longanizas, los chorizos, las butifarras, los patés o el "mondongo", que consiste en morcillas y tortetas. Las morcillas se elaboran embutiendo en la tripa del cerdo sangre, grasa y arroz, mientras que las tortetas tienen forma de rosquilla y se preparan con harina, grasas, sangre, anís, canela y otras especias.
Fuente de la imagen: Hotel Palazio
Qué hacer en Nerín
El viajero que llegue a Nerín sabe a lo que viene: a disfrutar de uno de los mejores parajes naturales de la Península Ibérica. Desde este tranquilo pueblo parten rutas que recorren lugares tan bellos como el Bosque de la Pardina del Señor, considerado como uno de los más espectaculares de toda Europa en otoño. Su riqueza arbórea incluye hayas, arces, álamos temblones, avellanos, abetos, serbales de cazadores, fresnos, cerezos, pinos silvestres, abedules, boj o quejigos.
Si te van las compras, no te marches de Nerín sin haber comprado algún objeto realizado en madera de bog, aquí conocido como buxo o buixo. Puedes adquirir preciosas "cucharetas", "forquetas", platos y otros utensilios. Se trata de una forma de artesanía tradicional propia de este pueblo y de otros de esta parte de Huesca.
