Turismo activo en Biescas, un lugar de cuento en Huesca
Es un destino turístico muy apreciado tanto en invierno como en verano. Las posibilidades de turismo activo y de naturaleza son inmensas aquí en el encantador pueblo de Biescas, en la provincia de Huesca.
Perteneciente a la comarca del Alto Gállego y puerta de entrada al maravilloso valle de Tena, Biescas es uno de esos lugares de cuento que aumenta su popularidad como destino turístico durante todo el año.
Este lugar de la provincia de Huesca presenta la estampa típica de los Prepirineos y la oferta de turismo activo y de naturaleza en inagotable. Su proximidad con Formigal y Panticosa y con el Parque Nacional de Ordesa, hacen de Biescas un destino muy especial.
Qué ver en Biescas
Resulta toda una experiencia pasar por esta localidad del valle de Tena ubicado a ambas orillas del río Gállego y distribuido en dos barrios. En la margen derecha, el barrio de San Pedro; en la margen izquierda, el barrio de El Salvador; y ambos en un entorno natural de espectacular belleza.
La plaza Mayor es una de las paradas obligadas en Biescas, presidida por el Ayuntamiento. Y a lo largo de todo el casco urbano te encontrarás construcciones fabulosas de infanzones como la Casa de Pepe Estaún o la Casa Sebastián.
Mención especial merece la Torraza de Acín, del siglo XVI, que alberga el Museo Torraza, un centro de interpretación de la vida pirenaica. No pueden faltar monumentos religiosos como la iglesia de San Pedro, del siglo XIX, o la iglesia del Salvador, un templo del siglo XIII que conserva de aquella época el ábside, el presbiterio y la torre fortificada.
Qué hacer en Biescas
Si Biescas se ha convertido en un importante centro turístico es gracias al entorno en el que se ubica. El propio valle de Tena cuenta con localidades con encanto como Sallent de Gállego o Panticosa. Y esto te lleva directamente a elegir destino invernal para disfrutar de las estaciones de esquí de Panticosa y Formigal.
Más interesante aún, si cabe, es la proximidad con el Parque Nacional de Ordesa, ya que este lugar mágico atrae visitantes durante todo el año. Amantes de la naturaleza, deportistas, montañeros y senderistas buscan aventura y desconexión a partes iguales en este rincón de Huesca.
La mejor forma de acceder a este paraíso natural es desde la localidad de Torla, otro de esos lugares en los que creerás estar dentro de una postal. Y a partir de ahí, toda la riqueza paisajística y ecológica del Parque es toda tuya para disfrutar.
Comer en Biescas
En un lugar como la montaña oscense no te quedarás sin satisfacer tus necesidades gastronómicas, tan importantes en cualquier viaje. Debido al clima, te imaginarás que la cocina se basa en platos contundentes que no renuncian ni a la tradición ni al sabor exquisito.
La caza, la ganadería y la pesca de la región dan como resultado platos elaborados con trucha, carne de cordero, carne de cerdo o de vaca y también jabalí. Los embutidos son la estrella de cualquier mesa, así como los afamados quesos aragoneses y las setas.
Y para comprobar todo el abanico de posibilidades que tiene comer en Biescas, puedes viajar en octubre coincidiendo con la Feria de Otoño en donde además de disfrutar de una muestra etnográfica de los oficios tradicionales, te sorprenderán con las mejores muestras de la gastronomía local.