Cinco espectaculares cascadas en España
Durante la primavera, con el deshielo y las lluvias, es el momento de visitar algunas de las cascadas más bonitas de España.
No son todas las que están, ni están todas las que son. Y es que España es rica en espectaculares saltos de agua, algunos más conocidos que otros. En Hoteles.net te proponemos cinco bellas cascadas ubicadas en maravillosos parajes naturales: la Cascada del Forau de Aiguallut, en Huesca; la Cascada de la Seimeira, en Asturias; el Nacimiento del Asón, en Cantabria; la Cascada de Orbaneja del Castillo, en Burgos, y la Cascada del Chorro de Somosierra, en Madrid.
- La Cascada del Forau de Aiguallut, en Benasque, Huesca: hay que realizar una buena ruta para llegar a esta cascada, pero merece la pena. Se trata de un recorrido que comienza en los Llanos del Hospital, a 13 kilómetros de la localidad de Benasque, y que tardaremos en realizar en torno a las dos horas y cuarto. Pero el premio es una fantástica cascada en un no menos impresionante entorno natural. Sus gélidas aguas proceden del deshielo de los picos más altos del Pirineo, que tras sumergirse bajo tierra brotan más abajo de manera espectacular.
- La Cascada de la Seimeira, en Santa Eulalia de Oscos, Asturias: conocida cono las Hurdes asturianas, la comarca de Los Oscos se encuentra en una abrupta zona de Asturias que linda con Galicia, y en la que abunda el agua. Esta zona está surcada por arroyos, ríos, regatos y nacederos, y por supuesto no faltan saltos de agua, como la Cascada de la Seimeira, formada por las aguas del río Murias tras precipitarse por un cortado rocoso de 20 metros de altura. Para llegar hasta ella deberemos tomar el sendero PR-AS-116, que comienza en la aldea de Pumares, perteneciente a Santa Eulalia de Oscos. Son seis kilómetros, ida y vuelta, y tardaremos en realizarla en torno a las dos horas.
- El Nacimiento del Asón, en Soba, Cantabria: la zona alta de los Collados del Asón está horadada por más de 4.000 cuevas, y desde una de ellas brotan en caída libre las aguas del río que lleva el mismo nombre. La cascada surge de las rocas hacia la mitad de un acantilado de 70 metros de altura, y sus aguas se extienden por un precioso valle cuajado de verdes prados y grandes hayedos. Para contemplar este espectáculo de la naturaleza hay que realizar una ruta que comienza en el pueblo de Asón, y que tiene una duración de una hora y media. Pero, si no queremos andar, podremos contemplar la cascada desde un mirador que hay a cinco kilómetros de la población, subiendo por la carretera CA-265.
- La Cascada de Orbaneja del Castillo, en Burgos: es la única cascada que no se encuentra ubicada en un maravilloso entorno natural, pero sí que se halla en un precioso pueblo, el de Orbaneja del Castillo. La cascada surge como una gran torrente desde la Cueva del Agua, que se encuentra justo por encima de las casas de la localidad. Su aguas atraviesan el pueblo a gran velocidad para después precipitarse en el río Ebro en un nuevo salto de 25 metros ubicado en un recodo del cañón del Ebro.
- La Cascada del Chorro de Somosierra, en Madrid: ubicada a poco más de 100 kilómetros de la ciudad de Madrid, a esta cascada se llega tras caminar media hora a pie desde el Puerto de Somosierra por la antigua carretera N-I, en dirección Segovia. Conocida también como la Chorrera de los Litueros, son las aguas del río Duratón las que se precipitan por la Peña del Chorro formando varios saltos, el mayor de los cuales tiene casi 50 metros de altura.