Faja de las Flores, senderismo de altura en Huesca
En el espectacular Parque Nacional de Ordesa y Monteperdido, en Huesca, encontramos rutas de senderismo literalmente colgadas de la montaña, como la impresionante Faja de las Flores.
Los aficionados a la montaña, al senderismo o a la escalada tienen todos los años una cita ineludible con el precioso Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en la provincia aragonesa de Huesca. Allí recorren numerosos kilómetros por praderas o por altos riscos, disfrutando, entre otros muchos prodigios de la naturaleza, de las cascadas que forma el río Arazas o del glaciar lago de Marboré.
Otra sugerente posibilidad es recorrer algunos de los caminos que cuelgan, como excavados, de las paredes de las montañas del parque, y que son conocidas como fajas. Una de las más espectaculares es la Faja de las Flores, un imponente balcón situado en lo alto del Valle de Ordesa, donde se halla la localidad de Ainsa.
Su recorrido es de dificultad muy alta, sobre todo en las las clavijas de Cotatuero. Tiene una longitud de 11 kilómetros, ida y vuelta, que suelen cubrirse en unas ocho horas. Con un desnivel de 1.100 metros, se puede realizar en ambos sentidos, aunque las clavijas impresionan menos subiendo que bajando. Lo mejor es evitar esta excursión cuando en la Faja de las Flores haya nieve.
¿Qué es una faja en la montaña?
En las zonas de montaña, sobre todo en la provincia de Huesca, si levantamos la cabeza podremos ver una especie de caminos que parecen como colgados de grandes paredes rocosas. Estos senderos son conocidos como fajas, y son habituales en esta zona por sus peculiaridades geológicas, y por alternarse materiales duros y blandos en la conocida como “Arenisca de Marboré”.
La erosión ha ido desgastando a lo largo de los siglos los materiales blandos, originando cornisas rocosas por las que antaño circulaban los pastores y algunos cazadores, y que hoy en día hacen las delicias de los montañeros y senderistas más avezados.
Existen varias fajas a lo largo del Valle de Ordesa y en todo el parque nacional, siendo las más populares la Faja de La Pardina, que está en el cañón de Añisclo; la de Tormosa, situada en el Valle de Pineta, o la Faja de Racón, la de Canarella, la de Pelai, la Faja Luenga, la de Arracón y la Faja de las Flores, todas ellas en Ordesa.
La Faja de las Flores de Ordesa
El camino hacia la Faja de las Flores comienza en el centro de recepción del parque, y hay que seguir las indicaciones hacia el “Tozal del Mallo/Circo de Carriata/Faja Racón”. Es un camino ascendente que comienza en zona de bosque, para convertirse después en un estrecho sendero ubicado a media ladera. Todavía nos quedarán unas horas para acceder a la faja.
Los puntos más complicados del recorrido son las clavijas, barras de hierro colocadas para superar paredes en mitad del camino. Es el caso las clavijas de Salarons, colocadas en 1921; las de Cotatuero, instaladas en 1881 y que cuentan más recientemente con un cable de acero para más seguridad, que nos permitirán llegar a la gran cascada homónima, una de las más grandes de España, o las clavijas de Soaso.
Tras superar la cima del Tozal de Mallo empezaremos a vislumbrar la Faja de las Flores, cuya entrada se encuentra en los Llanos de Salarons. Comenzamos su alucinante recorrido, en el que el Valle de Ordesa queda muy abajo, casi a vista de pájaro. Desde la faja también se contemplan unas maravillosas vistas de la Brecha de Rolando, el Casco, el Taillón, la pared de La Fraucata e incluso de Monte Perdido.
