De ruta por el Monte Urgull, en San Sebastián

La ciudad de San Sebastián, además de contar con la espectacular Bahía de la Concha, está jalonada por tres bellos montes, el Monte Igueldo, el Monte Ulía y el Monte Urgull, que constituyen tres magníficos miradores naturales de la hermosa Donostia.

Nos centramos en el Monte Urgull que, además de proporcionar unas vistas panorámicas increíbles sobre la ciudad, se ha convertido por derecho propio en uno de los grandes protagonistas de la costa de Gipuzkoa.

No se trata sólo de un bonito espacio natural, también es un fascinante lugar histórico, ya que acoge monumentos como el Castillo de La Mota, la batería de las Damas o el Cementerio de los Ingleses. Son varias las rutas que se pueden realizar por el Monte Urgull, pero todas resultan perfectas tanto para caminar como para disfrutar y fotografiar San Sebastián.

Ruta por el Monte Urgull

Hoy en día son cuatro los caminos que se puede realizar a pie para llegar a la cima del Monte Urgull. Sus recorridos son serpenteantes, y están rodeados de vegetación y llenos de sorpresas. En el caso de que, por cualquier motivo, no se puede hacer andando el ascenso al monte, durante los meses de verano contaremos con el servicio de un microbús que sube hasta uno de sus miradores.

Pero es la opción del senderismo lo que hace tan atractivo este monte vasco. Desde el momento en que comencemos a ascender podremos comprobar que las vistas son realmente alucinantes, miremos a donde miremos. Y se puede elegir en todo el momento la longitud y la duración de la ruta, siendo la llegada a la cima sólo una opción, aunque muy recomendable.

Y en torno al Monte Urgull, en un radio de menos de 10 minutos andando, se encuentra algunos de los lugares de Donostia que no podemos dejar de visitar, como la Parte Vieja, el Paseo Nuevo, el Puerto, el Kursaal, el Museo San Telmo, el Museo Naval o el Aquarium.

El patrimonio monumental de Urgull

¡Qué mejor lugar para ubicar una fortaleza, a nivel estratégico, que el Monte Urgull! Eso es lo que debieron pensar en el siglo XII cuando en su cima, a 100 metros de altura, construyeron una gran fortaleza que en su interior todavía conserva el castillo, las murallas y las baterías.

De hecho, el Castillo de la Mota es uno de los lugares más emblemáticos de Gipuzkoa. Se trata de una edificación militar que fue clave para la defensa de la ciudad, y sus vestigios nos hablan de la historia de San Sebastián, como la batería de las Damas, la batería del Gobernador, el Polvorín, el Cementerio de los Ingleses o la Casa de la Historia.

Y en lo alto de la Capilla del Sagrado Corazón de Jesús, desde el año 1950, podremos ver la enorme imagen del Cristo de la Mota, que ejerce desde su atalaya de vigilante de la privilegiada costa guipuzcoana.