El Parque Natural del Barranco del Río Dulce, en Guadalajara

Bosques, antiguos pueblos castellano-manchegos, un profundo cañón o un gran barranco son algunos de los sugerentes atractivos del Parque Natural del Barranco del Río Dulce, que se extiende por los términos municipales de los pueblos de Algora, Mandayona, Mirabueno, Saúca, Sigüenza y Torremocha del Campo, en la provincia de Guadalajara.

El barranco que surgió tras excavar el río que le da nombre, el Dulce, un gran cañón, horadando los estratos de calizas y formando peculiares formaciones de tipo geomorfológico, como cuevas, ciudades encantadas, simas, torcas, dolinas... Es innegable su importancia geológica, pero lo es también el hecho de ser una Zona de Especial Protección para las Aves y un Lugar de Importancia Comunitaria, estando incluido el parque en la Red Natura 2000.

Pero lo mejor de todo es que el Parque Natural del Barranco del Río Dulce es un paraíso del senderismo y del ciclismo, existiendo un buen número de rutas para recorrerlo, la mayoría aptas para todos los públicos. Aunque la visita al parque se puede hacer en cualquier momento del año, las épocas más recomendable son la primavera y el otoño. Hay que estar muy pendientes de la nieve y el hielo entre los meses de diciembre y marzo, porque se puede complicar el tráfico por carretera.

Descubriendo el Barranco del Río Dulce

Bosques de encinas y quejigos, extensiones de sabinas y enebros, huertos, alamedas, fresnedas o choperas conforman en su mayor parte el entorno natural del parque. Es el hábitat perfecto para las aves. En las zonas altas del barranco anidan águilas reales, buitres leonados o halcones peregrinos, que surcan imponentes los cielos. Junto a las riberas del río y sus afluentes podremos ver ejemplares de lavandera cascadeña, garzas, ánades reales y ejemplares de martín pescador.

Además de los abundantes recursos naturales, la visita al parque se puede completar con un recorrido por alguno de los pueblos que abarca, destacando de manera especial el conjunto histórico de la cercana localidad de Sigüenza. El arte Románico también está presente en este paraje natural, con ejemplos tan bellos como las iglesias de Jodra, Saúca o Pelegrina. En esta última población también hay un buen castillo.

El centro de interpretación del parque se encuentra en Mandayona, y acoge una exposición que gira en torno a los recursos naturales del parque y a su Románico, y sobre la actividad que desarrolló el naturista Félix Rodríguez de la Fuente en la zona. El acceso es libre y gratuito.

Rutas por el Parque Natural del Barranco del Río Dulce

• Ruta de Aragosa a Pelegrina: esta ruta de dificultad entre baja y media tiene una extensión de 11 kilómetros, y se puede realizar en unas tres o cuatro horas de ida, y otras tantas de vuelta. Es un recorrido prácticamente llano, y está señalizado con balizas de madera. Se puede hacer a pie o en bicicleta, y es apto para carritos de niño.
• Ruta de la Hoz de Pelegrina: se trata de un precioso recorrido circular de cuatro kilómetros que se puede cubrir en su totalidad en unas dos horas. Discurre por la zona más abrupta del parque, y en ella se encuentran las formaciones más curiosas, como arcos de piedra, torres, agujas, ciudades encantas o cascadas. De dificultad baja/media, está señalizado con balizas de madera, y en parte es apto para carritos de niño.
• Ruta de Sigüenza a Pelegrina por El Quejigar: con casi doce kilómetros de distancia, comienza en la ciudad medieval de Sigüenza y se sumerge en el Parque Natural del Río Dulce, para luego seguir hasta Peregrina. Tiene una dificultad baja/media,y cuenta con las balizas informativas de la Ruta del Quijote.
• Ruta para invidentes: esta ruta especial de 1,5 kilómetros comienza en el pueblo de La Cabrera, y sigue el curso del río Dulce por su margen derecha. Es un recorrido muy tranquilo y sencillo, que cuenta con elementos interpretativos sobre el entorno adaptados para invidentes.