La Villa Ducal de Pastrana, en Guadalajara

Fuente de la imagen: Pastrana

Pastrana no es un pueblo muy grande, pero en el pequeño espacio que ocupa se concentra una gran riqueza monumental. Destaca el Palacio Ducal, donde vivió recluida, de forma obligatoria, la famosa Princesa de Éboli, la del parche en el ojo.

Pastrana se encuentra situada en la vega del río Arlés, entre los ríos Tajo y Tajuña. Se halla en la provincia de Guadalajara, en Castilla-La Mancha, y si sus antiguas calles pudieran hablar contarían grandes historias.

Pero como no pueden hacerlo, muchos han sido los escritores que han hablado de este pueblo a lo largo del tiempo, como Quevedo, Moratín o Camilo José Cela, que inmortalizó este elegante pueblo en su libro “Viaje a la Alcarria”.

Fuente de la imagen: Revista Solana 116

Pastrana, Conjunto Histórico Artístico

La riqueza de su patrimonio artístico y cultural le han otorgado a esta villa alcarreña el título de Conjunto Histórico Artístico. Y no hablamos sólo de su Palacio Ducal, también de los conventos carmelitas que fundaron Santa Teresa y San Juan de la Cruz. Impresionante es la iglesia de La Colegiata, del siglo XIV, aunque cuenta con añadidos posteriores, como su portada gótica del XV y la gran reforma realizada durante el XVII, que es la que se mantiene actualmente. Ninguna de estas reestructuraciones la han hecho perder su encanto.

Siguiendo nuestro recorrido por estas antiguas calles veremos grandes casonas, cuyo valor arquitectónico nos habla del importante rango de sus antiguos propietarios. Es el caso de la Casa del Caballero Calatravo o el Palacio de los Burgos. También hay ilustres edificios que cumplieron distintas funciones en el pasado, como la Casa del Concejo, la Casa de los Canónigos o la Casa de la Inquisición.

Por lo que se refiere a construcciones civiles, señalar la Fuente de los Cuatro Caños, que posee un pilón hexagonal con un portacaños gallonado y cuatro mascarones de los que salen los chorros de agua. Está rematada con un pináculo donde hay un orbe y una cruz de hierro.

Fuente de la imagen: PMRMaeyaert

El Palacio Ducal de Pastrana

El Palacio Ducal de Pastrana es el edificio más popular de Pastrana. Fue diseñado por Alonso de Covarrubias y construido en el siglo XVI, y gran parte de su fama se debe a una de sus antiguas moradoras, Doña Ana de Mendoza y de la Cerda, Princesa de Éboli. Vivió confinada en él entre los años 1581 y 1592 por orden del Rey Felipe II, debido a sus intrigas en la Corte.

Este palacio de estilo renacentista y con numerosos elementos manieristas se halla en la Plaza de la Hora, junto a la antigua muralla medieval. Su portada es una pequeña reproducción del Alcázar de Toledo, y cuenta con una plaza de armas. La torre situada en la zona de levante, conocida como la Cámara de la Reja Dorada, fue donde estuvo presa la princesa tuerta.

Fuente de la imagen: Mercados Medievales en la RED

La cocina alcarreña de Pastrana

Otro de los principales atractivos de Pastrana es su oferta gastronómica. La localidad cuenta con un buen número de restaurantes donde saborear la excelente cocina alcarreña. Si te gusta la carne, no dejes de probar el cordero asado o en caldereta.

Otros platos típicos son las migas, las gachas, las recetas de pesca y caza o el morteruelo. En cuanto a los dulces, en esta localidad manchega, al igual que en la castellano-leonesa Ávila, encontrarás las famosas yemas de Santa Teresa, pero también bizcochos borrachos y otras delicias locales.

Antes de abandonar Pastrana, no olvides comprar miel de La Alcarria, considerada la mejor del mundo por sus numerosas propiedades nutritivas. Encontrarás diversas variedades, como miel de romero, jalea real, polen y orujo de miel.