La villa medieval de Molina de Aragón, en Guadalajara

Según se el viajero se va acercando por la carretera N-211 a la localidad de Molina de Aragón, ya se divisa en el horizonte su imponente fortaleza. Es el primer aviso de que estamos ante una villa de origen medieval, aunque su origen fue celtíbero.

Se encuentra ubicada al nordeste de la provincia de Guadalajara, y son muchos los motivos por los que merece la pena dedicarle a esta población castellano-manchega una escapada de fin de semana. Para empezar, por su enorme patrimonio monumental, aunque su excelente oferta gastronómica ya justifica de por sí la visita.

Y no le faltan atractivos de naturaleza, porque estamos en la capital de la Comarca Molina - Alto Tajo, donde se halla el Parque Natural del Alto Tajo, que alberga parajes tan espectaculares como el Barranco de la Hoz de Corduente, un espacio natural de alto valor ecológico, geológico o cultural, y una auténtica belleza.

Qué ver en Molina de Aragón

El castillo. Ese es el primer objetivo en nuestra visita a Molina de Aragón. Situado sobre una colina, está rodeado por una muralla, con varias torres de defensa, que desciende por la ladera hacia el pueblo, rodeando el antiguo burgo. También hubo hasta ocho torres en el interior de la fortaleza, de las que se conservan actualmente los restos de dos y otras cuatro en bastante buen estado.

Pero nos quedan muchos lugares de gran valor monumental que visitar, como el Monasterio de San Francisco, del siglo XIII, que hoy en día acoge una Residencia de la Tercera Edad y el Museo Comarcal de Molina de Aragón. Merece la pena recorrer a pie el barrio judío y, al otro lado del río, el barrio de la morería, comunicados por el Puente Románico.

Iglesias y palacios se reparten también por la villa, siendo los mejores exponentes el templo románico de Santa Clara, la iglesia renacentista de San Pedro, el convento neoclásico de San Francisco, la Casa del Obispado Díaz de la Guerra, el Palacio de los Montesoro o el más llamativo de todos, el Palacio de los Molina.

Qué hacer en Molina de Aragón

Seguro que tanto recorrer Molina de Aragón visitando monumentos nos abre el apetito. Nuestro esfuerzo será recompensado con especialidades locales como el morteruelo, buenos jamones de la matanza, asados de cordero, setas al ajillo, migas… Sin olvidar uno de sus productos estrella, la trufa negra, que tan delicioso sabor aporta a las recetas. Y de postre, un dulce local, las “Patas de Vaca”.

Un buen momento para visitar Molina es a mediados del mes de julio, cuando se celebran las fiestas de Nuestra Señora del Carmen, cuyo cofrades, vestidos con su uniforme blanco y rojo, procesionan por las calles junto a la imagen de la Virgen, para luego velar su estandarte en el palacio del Ayuntamiento. Otros eventos señalados son la Feria Medieval de la Convivencia, en junio; la Fiesta del Butrón, el primero de mayo, o la festividad de la Virgen de la Inmaculada, a primeros de diciembre.

Y para los amantes de la naturaleza, a sólo 10 kilómetros de la villa de Molina de Aragón se halla el Barranco de la Hoz de Corduente, un precioso paraje natural declarado Patrimonio Geológico Mundial. A él se llega por una bonita ruta a cuyo inicio se encuentra la Ermita-Santuario de la Virgen de la Hoz.