Hita, uno de los pueblos más bonitos de España

Hita es uno de los pueblos medievales con más encanto de toda España y pertenece a la asociación de "pueblos más bonitos de España". Tiene un conjunto arquitectónico espectacular y lo que le hace ser conocido son sus impresionantes Jornadas Medievales, unas de las más singulares y espectaculares de toda la Península. Sin embargo Hita es un plan precioso como escapada desde Madrid en cualquier momento, no sólo durante las jornadas.

A la población accede por la entrada principal de la muralla, la Puerta de Santa María, de estilo gótico. Hita fue en el siglo XV una población importante, regida por Iñigo López de Mendoza, primer Marqués de Santillana, y que aquí, por su apelativo, tuvo su origen también Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, autor de uno de los grandes libros de la literatura española, el que marca el paso de la Edad Media a una cierta modernidad previa al Renacimiento: el Libro de Buen Amor.

Actualmente la Oficina de Turismo de la localidad ofrece unas visitas guiadas en las que te explican los puntos más interesantes de la zona. La visita dura una hora y media aproximadamente y cuesta sólo dos euros por persona a partir de los catorce años, los niños son gratis. Es una forma muy cómoda de visitar los puntos de interés de la localidad y de conocer la historia de cada sitio.

Muralla y casas-cueva

Hita tuvo muralla construida en 1441 por orden del Marqués de Santillana. Desde el castillo, esa muralla bajaba y abrazaba toda la población rodeándola con sus almenas. Hoy se conservan algunos tramos, incluso con algunas torres (todo restaurado), pero, sobre todo, ha pervivido la llamada Puerta de Santa María, que se ha convertido en el símbolo de Hita, con un arco apuntado para atravesarla y, en su exterior, dos garitas colgantes.

Además, la población tiene casas-cueva como las de Granada y en la visita guiada te las enseñan para que las visites. Estas pintorescas viviendas tienen origen medieval y durante la Guerra Civil se utilizaron como refugio; en la posguerra fueron nuevamente ocupadas hasta que se fueron abandonando tras la reconstrucción de la villa, estando habitadas hasta mediados del siglo XX.

Están excavadas a pico en la ladera del cerro de Hita. Su grado de humedad es bajo y la temperatura no sufre grandes oscilaciones, no subiendo de los 20º en verano y no bajando de los 12 º en invierno. En el interior se encuentran las estancias separadas por paredes de adobe encaladas, para hacer un ambiente más luminoso; son muy sencillas. Es una visita muy interesante.

Plaza mayor y Casa del Arcipreste

En la plaza mayor de la villa se celebraba el mercado en época medieval. La mayor parte de las viviendas que la rodean pertenecieron a los comerciantes judíos, que incluso llegaron a tener en ella una sinagoga, que no se conserva. Consta de soportales en dos partes, siendo uno de ellos singular por tener doble fila de pilares.

Muy cerca está la Casa del Arcipreste, que actualmente alberga la oficina de turismo, así como un pequeño museo, con una sala de arqueología, con piezas de Hita y su comarca desde la prehistoria. La visita es de pago pero es interesante sobre todo la planta de arriba donde hay una sala sobre el Libro del Buen Amor y otra sobre el Festival Medieval.

Por último no te puedes ir de Hita sin visitar los restos de su castillo. Fue construido hacia el siglo X y tuvo su origen en una atalaya islámica en la cima del cerro. La subida cuesta porque es una ladera muy empinada pero tiene un camino señalado y sin duda las vista compensan el esfuerzo de llegar arriba.

Hita es una visita muy interesante, llena de historias y de lugares curiosos. Su cercanía a Madrid la convierten en un plan perfecto para hacer cualquier espacada de día, disfrutar y desconectar del bullicio de la capital.