Cívica, una aldea excavada en la roca
Cívica es uno de los paisajes más sorprendentes de la provincia de Guadalajara. Esta ciudad excavada en la roca pertenece a Brihuega y es una visita muy interesante.
Guadalajara es una provincia llena de rincones con encanto, poblaciones históricas y bellos entornos naturales . Y Cívica es uno de los paisajes más sorprendentes de esta provincia. En realidad parece que hemos cambiado de país y hemos viajado a Capadocia. Pero no. Esta ciudad excavada en la roca pertenece a Brihuega. El lugar parece irreal y se ha convertido en un lugar turístico que atrae a muchos visitantes a la zona. Un lugar con gran riqueza patrimonial en Guadalajara.
Cívica, Ceivica o Cíbica: tres formas de llamar a este lugar que sorprende siempre al viajero que la visita. Entre las localidades de Masegoso de Tajuña y Brihuega, en la provincia de Guadalajara y a sólo 40 minutos de Alcolea del Pinar, la aldea Cívica parece un lugar sacado de una película fantástica.
Es imposible no citar al premio Nobel de Literatura, Camilo José Cela, cuando se hace referencia a este lugar, ya que fue una de las paradas que realizó en su Nuevo viaje a La Alcarria, uno de sus libros más conocidos.
Excavación en roca kársica
Aunque sus orígenes no están claros, el poblado en realidad es una excavación en la roca kársica. Una fachada formada por puertas, arcos y balaustrada, pero que interiormente no tiene diferentes edificaciones. Es una única construcción, cuyo interior está bastante deteriorado. Se accede por diversas escaleras. La más clara, ubicada a mano derecha, está cerrada.
Es importante señalar que se trata de una finca particular, tal y como indica un letrero en la puerta. Se puede visitar sin entrar disfrutando de la maravillosa vista de esta antigua ciudad. Parece una aldea tibetana o el decorado de una ópera de Wagner. Cívica está llena de escaleras y balaustradas, colgadas y horadadas en la roca.
Túneles y ventanas erosionados por el viento
Las características kársticas de la roca hicieron posible la creación de este entramado de túneles, oquedades y ventanas gracias a la acción erosiva del viento y del agua. El toque humano se lo puso Don Aurelio, el cura de Valderrebollo que en los años sesenta heredó el caserío donde se encuentra esta aldea abandonada y todos los días tras la misa que oficiaba en Yela, con ayuda de feligreses voluntarios se dedicó a edificar sobre las rocas y oquedades un laberinto de balaustradas, barandillas y escalinatas que comunicaban entre sí las grutas.
Cascada espectacular
El entorno que rodea la ciudad es también maravilloso y digno de ser visitado. A la izquierda de la carretera hay una impresionante cascada , cuya existencia depende del agua que resbala y forma cortinas que alimentan a diversas especies de plantas.
Cerca de Cívica también se puede visitar la fuente de los siete caños situada en la misma pedanía de Cívica. Se construyó en 1797, según atestigua una inscripción que va acompañada con un símbolo que significa ‘victoria’. Por lo que parece, el agua del manantial que sale por los ‘grifos’ del bebedero es excelente para la salud del organismo.
Sin duda una visita interesante y sorprendente que hace que viajemos con la imaginación sin salir de Brihuega.