Una buena escapada al pueblo granadino de Zújar
Si necesitas un fin de semana con mucho encanto rural, en un soleado pueblo rodeado por un maravilloso entorno natural, tu destino es la localidad granadina de Zújar.
A los pies del gran cerro del Jabalcón, que resulta imponente con sus casi 1.500 metros de altura, ha crecido durante siglos el pueblo de Zújar. Posee una ubicación privilegiada, entre la Sierra de Baza, la Hoya de Baza y la Sierra del Pozo, en pleno Geoparque de Granada.
Es una zona de Andalucía donde abundan los barrancos y las ramblas, cuya aridez contrasta con una verde y frondosa vega, porque aquí hay mucha agua, sobre todo procedente de fuentes subterráneas. Y es en este hermoso escenario natural donde se halla esta localidad granadina, poseedora de un casco histórico de aire morisco.
Es un destino para disfrutar sobre todo de la naturaleza y de las muchas posibilidades que aquí ofrece, como el senderismo, el ala delta, las rutas a caballo, el cicloturismo, la escalada, el enduro o los itinerarios en 4X4, además de todas las posibilidades de deportes náuticos que ofrece el Embalse del Negratín, situado a sólo ocho kilómetros.
Qué ver en Zújar
Antes de sumergirnos en el entorno natural del Zújar, es muy recomendable conocer esta población andaluza. Podemos empezar el recorrido en su centro histórico, de origen árabe, en el que llaman la atención las numerosas casas escaladas del siglo XVII. También hay un peculiar barrio anexo de casas cueva, cuyo nombre es Carramaiza.
El agua es una presencia habitual en la zona, y eso se traduce en la presencia de una gran cantidad de caños y fuentes, casi todas construidas en la época árabe. En cuanto a monumentos históricos, la lista incluye la Iglesia de la Anunciación, la Casa de los Rebolledo o Cuartel Viejo, la Casa de los Herederos de Eladio Hortal, la Casa de la Torre, la Almazara y chimenea de don Periquito, los restos del Pósito o varias ermitas.
No faltan antiguos molinos repartidos por todo el término municipal, y también se conservan vestigios de unos baños de la época romana. Y un valor añadido es que, desde el mismo pueblo, se contemplan unas espectaculares vistas del valle del Guadalentín y del Parque Nacional de Cazorla, Segura y las Villas.
Qué hacer en Zújar
Disfrutar de la gastronomía tradicional es una de la ventajas del turismo rural, y en Zújar no va a ser menos. Si quieres probar la cocina típica de la zona, no olvides pedir en sus restaurantes unos gurullos, que pueden ser con perdiz o con conejo; un buen puchero, unas migas, unas gachas o unas gurupinas, además de una gran variedad de platos elaborados con productos procedentes de la matanza del cerdo. Y para endulzar el viaje, nada mejor que unos roscos o tortas de chicharrones.
Para relajarnos, o cuidarnos, contamos en esta parte de Granada con una buena oferta termal. Y es que desde la época romana se aprovechan las aguas termales del subsuelo del Geoparque, que poseen grandes propiedades terapéuticas. Además del Balneario de Zújar, en la zona se hallan los balnearios de Graena y de Alicún de las Torres.
Y no podemos dejar Zújar sin haber visitado el Embalse del Negratín, el tercero en tamaño de Andalucía. Conocido por las gentes de la zona como “El Mar del Altiplano”, está rodeado por grandes acantilados donde se pueden ver pequeñas casas cueva, y junto a él se encuentran las Cárcavas del Negratín, unas espectaculares y únicas formaciones geológicas. Pero lo mejor de todo son sus aguas de intenso color azul turquesa, en las que podremos bañarnos, hacer paddle surf, vela, piragüismo, pesca deportiva…