El pueblo de Huétor Vega, en Granada
En la provincia de Granada, a los pies de Sierra Nevada, se halla Huétor Vega, un tradicional pueblo blanco que creció y se hizo mayor por su proximidad con la capital granadina.
Cuenta un dicho popular que Huétor Vega se halla en la “frontera entre la nieve y la vega”. Esta bonita indicación no nos sirve para llegar a esta población granadina. Pero si te decimos que se encuentra junto al valle del río Monachil, a sólo cuatro kilómetros de la ciudad de Granada, seguro que ya no tiene pérdida.
Era éste el típico pueblo blanco que brillaba al sol sobre las laderas de Sierra Nevada. Y aunque hoy todavía quedan algunas tradicionales casas de blanca fachada y tejado de tejas, ya poco queda del pequeño pueblo que hace años transitaban los arrieros llevando a lomos de sus caballos el hielo de los ventisqueros de la sierra a la capital granadina. Y lo hacían por el antiguo Camino de los Neveros, que partía de Huétor Vega, y que en la actualidad se ha reconvertido en un precioso camino para realizar andando, a caballo o en bicicleta
Mucho ha crecido el pueblo desde entonces, pero sigue siendo un buen destino como punto de partida para aquellos que quieran descubrir los muchos encantos de Sierra Nevada en cualquier época del año; para disfrutar de la rica gastronomía granadina o para hacer incursiones a Granada, una ciudad que hay que visitar todas las veces que se pueda.
Qué ver en Huétor Vega
Aunque los primeros documentos escritos del municipio que se conocen son del siglo XVI, se sabe que toda esta zona lleva habitada desde la Antigüedad. Los romanos levantaron en esta parte de Granada algunas villas y explotaciones agrícolas. Por su parte, los árabes hicieron alquerías en esta población que llamaron Hins-Wathal, y se quedaron por aquí más de 700 años. En ese tiempo crearon una red de acequias que todavía existe, y que podemos ver en los alrededores del pueblo.
Ya en el municipio, el monumento por excelencia es la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación. Edificada en el año 1501, es casi seguro que se construyese sobra la antigua mezquita de la localidad. Es de estilo mudéjar, y tiene un gran campanario de cinco pisos de altura.
Si visitamos su interior comprobaremos que es muy sencillo, aunque llama la atención su armadura rectangular sustentada por cuatro tirantes. También es de gran valor una estatua del Nazareno realizada por el artista Pablo de Rojas en el siglo XVI.
Comer en Huétor Vega
No tendrás que irte muy lejos para comer bien, porque en Huétor Vega hay una gran variedad de restaurantes donde deleitarse con la mejor cocina granadina. De hecho, son muchos los habitantes de la capital que se trasladan los fines de semana a esta localidad para disfrutar de una buena jornada gastronómica.
Pero además de las excelencias de la cocina provincial, en esta población hay un producto muy popular, las habas frescas, que preparan con jamón. Este sencillo pero exquisito plato es uno de los más populares en la villa. Otras recetas típicas son las migas o el choto cocinado de diversas maneras.
Y no hay que olvidar la gran tradición vitivinícola que existe en la zona, siendo los caldos que se elaboran en el pueblo conocidos como “vinos de los neveros”. Otros productos que degustar o adquirir en Huétor Vega son los embutidos, sobre todo la morcilla, y los salazones. Un buen momento para descubrir la gastronomía y los demás atractivos turísticos de esta villa granadina es a mediados de agosto, cuando en torno al día 16 celebran las fiestas en honor de su patrón, San Roque.