Castril, una gran escapada al norte de Granada
Déjate atrapar por un destino que fascinó a los romanos y a un gran premio Nobel, y que todos los años atrae a senderistas y a aquellos viajeros que buscan el encuentro con la naturaleza y mucha paz.
Al norte de la provincia de Granada hay un encantador pueblo de casas blancas y calles empinadas, y rodeado por un espectacular entorno natural. Hablamos de Castril, la localidad andaluza que sirvió de inspiración al ilustre escritor premio Nobel José Saramago, y donde se casó con una periodista nacida en esta población granadina.
Es una villa de lo más tranquila, pero cobra mucha animación los viernes, cuando se celebra el mercadillo semanal; los fines de semana y los meses estivales. Y a sus casi 2.000 habitantes les encanta recibir visitantes, a los que ofrecen la posibilidad de conocer su ajetreada historia, su excelente patrimonio monumental, su rica gastronomía, su artesanía o sus fascinantes propuestas de naturaleza. Y tranquilo, porque podrás elegir tu opción más adecuada entre la oferta de alojamientos en Castril.
Qué ver en Castril
Del batallador pasado histórico de Castril quedan restos que nos hablan del paso por estas tierras de los romanos, los cartagineses o los árabes. Estos últimos edificaron una fortaleza en la Peña del Sagrado Corazón, cuyos restos se pueden visitar con un guía de la Oficina de Turismo, que se halla al principio de la peña. Justo en frente de la oficina se encuentra la Iglesia de la Virgen de los Ángeles, del siglo XVI.
En la misma peña hay un lugar que nos permitirá disfrutar del pueblo y de sus alrededores, el Mirador de El Cantón, que ofrece vistas panorámicas de las calles y las casas de la localidad, de los olivares y de los campos de cultivo, y por supuesto de la omnipresente Sierra de Castril.
En el entorno natural, el cauce del río Castril nos lleva a través de las sierras y cañones de la zona, formando cascadas y pasando junto a grandes simas y grutas, como la Cueva del Muerto, que está en la Sierra Seca, con sus impresionantes estalactitas y estalagmitas, o la Cueva de Don Fernando, que es la más profunda de la provincia de Granada. Hay una sencilla ruta que discurre por la Cerrada del Río Castril y que comienza en el mismo pueblo.
Qué hacer en Castril
Hay otras muchas atractivas rutas que se pueden realizar por el término municipal de Castril, como la de la Cerrada de la Magdalena, que discurre por un barranco cuyas paredes alcanzan los 150 metros de altura. También hay recorridos más largos y exigentes, la mayoría por la Sierra de Castril, y merece la pena realizar el camino que recorre todo el contorno del Embalse del Portillo, donde se pueden alquilar kayaks para navegar por él.
El río Castril no sólo ha forjado los bellos paisajes de la zona, sus aguas también activaron varios negocios locales, como los molinos harineros que todavía se pueden ver. Otras actividades artesanales que adquirieron importancia en la villa, y que en algunos casos perviven, fueron la creación de cucharones y cucharas de palo, la confección de esparteñas, la elaboración de calderas de cobre o tejas árabes, y especialmente de vidrio, cuya fama traspasó fronteras, y cuyos objetos se pueden ver hoy en día en el Museo Arqueológico y Etnológico de la ciudad de Granada y en otros museos europeos, como el Victoria & Albert, de Londres.
Y no hay que abandonar Castril sin haber disfrutado de la gastronomía tradicional, en la que predominan las recetas elaboradas con carnes de caza, como los bollos con conejo o los tallarines con perdiz o liebre. Otros platos muy típicos son los maimones de Castril o las migas con remojón, y un buen lugar para probar todas estas especialidades locales es en el restaurante del Hostal La Fuente.
