Sarrià de Ter, destino histórico en Girona
El gran legado histórico que posee Sarrià de Ter le confiere un singular y atractivo carácter a esta población catalana.
Aunque se trata de una localidad eminentemente industrial, Sarrià de Ter ha sabido conservar su gran legado histórico, lo que le ha convertido en un interesante destino. También cuenta con un buen patrimonio modernista, una exquisita y cuidada gastronomía y un bello entorno natural de bosque de ribera donde abundan las aves.
Se encuentra en la comarca del Gironès, en la provincia de Girona, al noreste de Catalunya. El municipio está integrado por los núcleos urbanos de Sarrià de Dalt y Sarrià de Baix, siendo el primero de ellos el más antiguo de los dos. Es la industria papelera el principal motor económico de la villa, contando con destacadas empresas de este sector.
Su clima es mediterráneo de montaña media, lo que le proporciona unos veranos habitualmente calurosos y unos inviernos moderadamente fríos. La estación más lluviosa es el otoño, seguida de la primavera, mientras que la estación más seca es el invierno. Estas condiciones climáticas son las responsables de la vegetación autóctona que hay en la zona, integrada principalmente por bosques de encinas, alcornoques y robles.
El patrimonio monumental de Sarrià de Ter
En esta población catalana existe un buen legado de arquitectura modernista. Uno de lo edificios más reseñables de este estilo tan pródigo en Catalunya es el de las antiguas escuelas de Rafael Masó.
Masó fue un importante arquitecto gerundense que también proyectó otras obras arquitectónicas en Sarrià, como el edificio del Coro, que está situado en la calle Mayor. En general, toda esta calle constituye un señalado conjunto histórico-arquitectónico.
Otros lugares que visitar en Sarrià son la Parroquia de San Pablo de Sarrià, cuyos orígenes se remontan al siglo XI; la Masía de Sant Ferriol, que está ubicada entre los barrios del Plan de la Huerta y de Sarrià de Dalt; el Molí d'en Xunclà, situado en la salida de Sarrià; la Torre del Agua de los Cines, que se halla en la calle Ferial; las fábricas y talleres de la calle Josep Flores, testimonio de los orígenes industriales del municipio, o la Parroquia de Nuestra Señora de la Misericordia, iniciada hacia el año 1800 y terminada recientemente.
Comer en Sarrià de Ter
La gastronomía local es la típica de la comarca del Gironès, y sus recetas más tradicionales se elaboran tanto con ingredientes del mar como de montaña. Esto se traduce en platos tan originales como la langosta con caracoles, las albóndigas con sepia y guisantes, el conejo con nabos o con caracoles, la perdiz con caracoles, la sopa de oca con cama-sec, el pato con judías, las habas a la catalana o las alubias con butifarra.
Para endulzarnos la vida, contamos en Sarrià de Ter con una excelente propuesta de dulces tradicionales catalanes, como las cocas, la crema catalana o el “xuixo” de Girona. Si preferimos un postre sano, nada como la manzana de Girona.
Para maridar los platos de la cocina local podremos escoger entre los vinos con Denominación de Origen Empordà-Costa Brava, siendo altamente recomendables los rosados y los vinos jóvenes. También podemos animarnos a probar una bebida tradicional, la ratafía, un licor dulce que se elabora macerando en aguardiente frutos, hierbas y especias. Lleva guindas, nuez verde, cáscara de limón, clavel rojo, menta, canela, nueza moscada o clavos de olor. Pero ojo, que tiene una graduación de alcohol del 26%.