El Santuario de la Mare de Déu del Far, en Girona
El Santuario de la Mare de Déu del Far, ubicado a más de 1.000 metros de altura, ofrece espiritualidad, pero también excelentes vistas y un buen lugar para comer y dormir.
A una media hora de Santa Coloma de Farners, y a poco más de una hora de la ciudad de Girona, se encuentra el gerundense pueblo de Susqueda. A su término municipal pertenece el Santuario de la Virgen del Faro, en catalán Santuari de la Mare de Déu del Far, que fue construido en torno al siglo XIII.
Se encuentra situado a 1.112 metros de altura, y desde su emplazamiento se disfruta de unas espectaculares vistas de los Riscos de Tavertet, del Pantano de Susqueda, de Les Guilleries o del Montseny. En la actualidad, además de con la iglesia, cuenta con una hospedería, un restaurante y con una zona de picnic.
Historia del Santuario de la Mare de Déu del Far
Aunque el mar no se ve desde su ubicación, lo cierto es que desde el enorme risco donde se encuentra el Santuari del Far se contemplan magníficas vistas en todas las direcciones. Quizá de ahí le proviene su nombre, por ser uno de los lugares con mayor visibilidad de Catalunya.
La primera documentación que se tiene de este lugar se remonta al siglo XIII, y más exactamente al año 1256, y se sabe que ya contaba con muchos devotos en el siglo XIV. Del santuario queda la iglesia, que está hecha en piedra y posee una bóveda de cañón. Tuvo que ser totalmente reconstruida en el siglo XV debido a los terremotos que hubo en la zona.
En su interior hay una imagen gótica de alabastro, que también tuvo que ser restaurada y nuevamente policromada en el año 1922. Junto a la iglesia hay una hospedería-restaurante, que ocupa la que fuera la antigua casa de los ermitaños. El último domingo de agosto se celebra el Aplec del Santuario de la Virgen del Faro, una animada romería con misa, comida campestre, sardanas y juegos.
Comer y dormir por todo lo alto en el Santuari del Far
Más de medio siglo lleva funcionando el Santuari del Far, una hospedería-restaurante con unas vistas impresionantes y donde las tormentas pueden llegar a ser aterradoras. A mediados del siglo un rayo causó grandes destrozos en el santuario, y hace unos pocos años una descarga eléctrica durante una fuerte tormenta quemó la cocina y hubo que cerrar la hospedería y el restaurante un par de semanas.
Pero las tormentas son ocasionales, y no influyen en la fama de la que goza este establecimiento, que cuenta con tantos devotos como la iglesia. Entre sus platos destacan especialidades como los peus de porc, o manitas de cerdo, y las galtes o carrilleras.
Y al Santuario del Far se puede llegar sin ningún problema en vehículo, ya que a finales de los años 70 del pasado siglo la pista que subía a la cima fue asfaltada y acondicionada totalmente.