S’Agaró, destino veraniego en la Costa Brava

Aunque hoy en día casi parece un municipio catalán más, S’Agaró es en realidad un núcleo residencial que se encuentra situado en lo alto de una colina del Baix Empordà, en la provincia de Girona. Pertenece al municipio de Castillo de Aro, y su privilegiada ubicación es uno de sus principales atractivos, en plena Costa Brava, entre Platja d’Aro y Sant Feliu de Guíxols.

La estupenda playa de San Pol, de arena fina y poca profundidad, es otro auténtico imán turístico. Se encuentra rodeada por un precioso entorno natural, y sus aguas siempre resultan más cálidas que las del resto de playas de la Costa Brava, como las de la cercana localidad de Calella De Palafrugell.

Si a todo ello se une un agradable clima de tipo mediterráneo, que proporciona a esta zona unas suaves temperaturas a lo largo de todo el año, el resultado es un destino muy a tener en cuenta para las vacaciones de verano y para el resto del año.

Qué ver en S’Agaró

En S’Agaró hay pocos monumentos, pero todos ellos son de interés. Hay una torre modernista llamada la Casa Estrada, aunque es conocida popularmente como la Torre de les Punxes, o Torre de los Pinchos. Está situada en dirección hacia Sant Feliu, y fue construida a finales del siglo XIX.

En esta zona de Girona hay otros edificios modernistas que merece la pena ver, como la Casa Sibils, la Casa Gorina, el Hotel Monumental o el famoso Hostal de La Gavina, que se halla en la Plaza Rosaleda.

Los parajes que rodean S’Agaró son de lo más sugerentes, como unas dunas de gran interés ecológico situadas en la parte central de la Playa de S’Agaró. También podemos acercarnos al Puig Pinell, una zona verde en la que se combinan arboledas con zonas de roca, pero siempre con el mar Mediterráneo como espectacular fondo.

Qué hacer en S’Agaró

Un buen plan en S’Agaró es conocer su oferta gastronómica, claramente influenciada por la cocina tradicional del Baix Empordà. En sus restaurantes predominan los platos que se elaboran con frescos pescados y mariscos, con productos del campo y de la huerta, con buenas carnes y con quesos y productos silvestres. No dejes de probar delicias como el pollo con cigalas, la escalibada, el suquet de pescado, las manzanas rellenas de carne o la sepia con guisantes.

Después habrá tiempo para nadar y tomar el sol, pero también para disfrutar en su playa de actividades náuticas como la vela o el submarinismo. La tarde la podemos dedicar a realizar otro tipo de actividades, como el senderismo o el golf.

Comprobaremos que tanto la oferta de alojamiento como la de restauración son de alto nivel, y que también hay en S’Agaró buenas propuestas de ocio nocturno. Podremos dedicar una jornada a salir de compras, ya que la oferta comercial es excelente, contando con tiendas de ropa, complementos, regalos y cualquier cosa que deseemos adquirir.