Playas de Lloret de Mar, en Girona

Belén Valdehita
Belén Valdehita 25 Mayo, 2018

Las playas de Lloret de Mar destacan por su limpieza y por su soleada luminosidad junto al mar Mediterráneo, estando presente el distintivo de Bandera Azul en la mayoría de ellas.

Playa de Santa Cristina, en Lloret de Mar
Fuente de la imagen: La Selva Turisme

Situado en la comarca de la Selva, en Girona, Lloret de Mar es un municipio de pasado pesquero y herencia indiana. Es algo que se puede apreciar en sus antiguos edificios o en su gastronomía marinera.

Uno de sus lugares más emblemáticos es su paseo marítimo, artería principal de la localidad. Con forma de media luna, proporciona a cuantos pasean por él unas impresionante vistas del mar Mediterráneo.

Y si hay algo de lo que también puedan presumir en Lloret de Mar es de sus playas. Están protegidas de inclemencias como los fuertes vientos de la Tramuntana por dos accidentes geográficos, las montañas de Sant Feliu de Guíxols y el Cabo de Tossa. Son playas siempre limpias, y sus aguas tienen fondos de color rosado. Esto es debido al granito que se deposita junto a la orilla. En total son ocho playas que suelen contar con el distintivo de Bandera Azul. Os presentamos la cinco más populares.

Playa Gran de Lloret de Mar
Fuente de la imagen: La Selva Turisme

Playa Gran de Lloret

Con una longitud de más de un kilómetro y medio, la Playa Gran de Lloret es la más extensa de la localidad. Se encuentra en el mismo centro de esta población gerundense, y es de arena blanca y gruesa.

Dispone de todos los servicios necesarios, como acceso para personas con movilidad reducida, aparcamiento a pie de playa, aseos, duchas, alquiler de sombrillas y hamacas y actividades como esquí acuático, ski-bob, patines, kayak o motos acuáticas. También cuenta con puestos de venta de helados y bebidas y restaurantes cercanos.

Cala Canyelles, en Lloret de Mar
Fuente de la imagen: Costa Brava

Cala Canyelles

Se encuentra a casi tres kilómetros de Lloret en dirección a Tossa de Mar, en una urbanización que lleva el mismo nombre. Junto a Cala Canyelles está el único puerto deportivo de Lloret, que admite embarcaciones de pequeño calado, sobre todo deportivas. Está asociado el Club Náutico de Cala Canyelles.

El acceso en coche a esta playa está restringido a vehículos autorizados, por lo que se debe dejar el vehículo en una pequeña zona de aparcamiento de pago o en las proximidades. La cala cuenta con duchas, alquiler de sombrillas y hamacas, quioscos de helados y bebidas y restaurantes próximos. Aquí se puede practicar el esquí acuático, el ski bus, los patines o el kayak.

Playa de Fenals, en Lloret de Mar
Fuente de la imagen: Actividades Costa Brava

Playa de Fenals

Cuenta con el distintivo de Bandera Azul, y está rodeada de hoteles y apartamentos. Por importancia, la Playa de Fenals es la segunda de Lloret de Mar. Se encuentra en una bahía protegida de los vientos por un macizo que la separa del núcleo urbano y de la cercana Playa de Lloret.

De arena gruesa y 700 metros de longitud, cuenta con alquiler de sombrillas, alquiler de hamacas, quioscos de venta de helados y bebidas y diversas opciones de ocio, como vuelo náutico, esquí acuático, patines o kayak.

Cala Sa Boadella, en Lloret de Mar
Fuente de la imagen: Federación Española de Naturismo

Cala Sa Boadella

Sa Boadella es la playa más tranquila de Lloret de Mar. Con sólo 250 metros de longitud, está rodeada por un gran bosque principalmente de pinos. De aguas cristalinas, es su complicado acceso el que hace que cuente con una baja ocupación, y que se permita en ella el nudismo.

De arena gruesa, dispone de duchas con lavapies, y muy cerca hay varios restaurantes y establecimientos de venta de productos envasados. El aparcamiento se halla a 200 metros de la playa.

Playa de Santa Cristina, en Lloret de Mar
Fuente de la imagen: Pinterest

Playa de Santa Cristina

Con casi medio kilómetro de longitud, la Playa de Santa Cristina posee un excelente emplazamiento entre dos montes que la resguardan de los vientos y de las olas. El resultado es un arenal de aguas tranquilas, ideal si se viaja con niños pequeños.

Se accede a ella desde la ermita que lleva el mismo nombre, y muy cerca hay un aparcamiento. El camino que lleva hasta la playa es precioso, ya que está rodeado de árboles. Cuenta con duchas, alquiler de sombrillas y quiosco de venta de helados y bebidas.

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