Descubre 5 de los pueblos más bonitos del Pirineo catalán, para visitar en cualquier época del año
Te mostramos cinco de los lugares imprescindibles en los Pirineos catalanes que hay que visitar, al menos, una vez en la vida.
Catalunya, un destino que cautiva por su diversidad, se ha consolidado como una de las zonas más populares en España, atrayendo a millones de turistas cada año. Según datos del INE, más de 18 millones de visitantes han explorado esta comunidad autónoma en el pasado año 2024. Aunque Barcelona acapara gran parte de la atención, cada una de las provincias catalanas tiene un encanto particular que merece ser descubierto.
Entre sus principales maravillas, los Pirineos catalanes destacan como un paraíso natural y cultural. Esta imponente cordillera ofrece escenarios espectaculares para los amantes de la naturaleza y los deportes de montaña, y también es hogar de pintorescos pueblos llenos de historia y tradición.
Cada pueblo de los Pirineos catalanes es un testimonio vivo de la riqueza cultural, histórica y natural de Catalunya. Desde enclaves históricos como Llívia hasta paraísos naturales como Castellar de n’Hug, esta cordillera ofrece experiencias inolvidables para todo tipo de viajeros. Planea tu visita y sumérgete en la magia de los Pirineos catalanes, donde cada rincón tiene una historia que contar y un paisaje que admirar.
Llívia: historia y serenidad en un enclave singular
Llívia, un curioso enclave catalán rodeado completamente por territorio francés, combina tranquilidad y encanto rústico. Este pueblo gerundés destaca por sus casas de piedra y calles empedradas que transportan a otra época. Su historia se remonta al Tratado de los Pirineos, que lo dejó aislado del resto de España.
Uno de los mayores atractivos de Llívia es su antigua farmacia, considerada la más antigua de España, ahora convertida en un interesante museo. También merece una visita la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles y los restos de su castillo medieval, desde donde se obtienen vistas panorámicas que abarcan incluso el territorio francés.
Camprodon: naturaleza y tradición en el Ripollés
En el corazón del Ripollés, en Girona, se encuentra Camprodon, un pueblo rodeado de montañas donde nace el río Ter. Este encantador municipio combina naturaleza y arquitectura, destacando el Puente Nuevo, una estructura medieval que se alza sobre el río y ofrece postales inolvidables.
Camprodon también es famoso por su gastronomía de montaña, donde las carnes a la brasa y los embutidos artesanales son protagonistas. No te pierdas las emblemáticas galletas Birba, que forman parte de la identidad local. Para los más aventureros, este destino ofrece rutas de senderismo, ciclismo de montaña y actividades de esquí en invierno.
Vielha: la joya del Vall d’Aran
La capital del leridano Vall d’Aran, Vielha, es un destino imprescindible para quienes buscan sumergirse en el auténtico ambiente pirenaico. Con su característica arquitectura de piedra, madera y tejados de pizarra, Vielha ofrece una estampa de cuento que atrae tanto a los amantes de la naturaleza como a los aficionados a la historia.
Su casco antiguo forma parte del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña y alberga rincones encantadores, como la Iglesia de San Miguel. En invierno, Vielha se convierte en un epicentro del esquí, mientras que en las estaciones más cálidas es ideal para realizar rutas en bicicleta, excursiones todoterreno o paseos por sus alrededores.
Castellar de n’Hug: naturaleza en su estado más puro
En el Prepirineo catalán, en la provincia de Barcelona, Castellar de n’Hug se erige como un rincón espectacular conocido por ser el nacimiento del río Llobregat. Con una altitud de 1.400 metros, este pequeño pueblo ofrece vistas impresionantes de paisajes naturales y maravillas como el Pedraforca y les Rassos de Peguera.
La arquitectura del lugar conserva su esencia tradicional, con calles empedradas y casas típicas catalanas. Castellar de n’Hug también acoge eventos culturales que atraen a numerosos visitantes, como el Concurso Internacional de Perros Pastores, que refleja la fuerte conexión del municipio con su entorno rural.
Queralbs: un refugio para los amantes del senderismo
Situado entre la Cerdanya y Francia, Queralbs es un pequeño municipio gerundense que llama la atención por su rica historia y su entorno natural privilegiado. Su iglesia románica de San Jaime, construida en el siglo X, es uno de los principales atractivos arquitectónicos, junto con sus calles adoquinadas que invitan a pasear y disfrutar del ambiente tranquilo.
Cerca de Queralbs se encuentra el Santuario de Núria, un lugar emblemático accesible mediante un pintoresco tren cremallera. Además de su significado histórico —aquí se redactó el primer estatuto de autonomía de Cataluña—, el santuario es un punto de partida para diversas actividades al aire libre, como esquí, senderismo y observación de paisajes naturales.