Beget, villa medieval en Cataluña
Descubre uno de los pueblos más bonitos de Cataluña, y que guarda la esencia medieval que ha conseguido no perder con el paso de los años.
Beget es un pequeño municipio del término municipal de Camprodon, en Girona. Está entre la Alta Garrotxa y los primeros desniveles de los Pirineos, y todavía conserva todas sus edificaciones medievales de piedra, las calles estrechas y empedradas, monumentos románicos, etc.
Es uno de los pueblos más atractivos de Cataluña, y aunque recibe bastante turismo, tampoco está saturado a causa de tener un acceso un tanto complicado. Prepárate un buen plan de fin de semana en la Vall de Camprodon e incluye en la ruta la visita a Beget.
Historia y qué hacer en Beget
El pueblo de Beget tiene sus orígenes en la Edad Media y los primeros datos encontrados sobre él se encuentran en 1168, que recogen su existencia como parroquia. Durante muchos años, la historia de Beget ha ido de la mano de la de la iglesia de San Cristóbal, y llegó a tener más de 1.300 habitantes, de los cuales quedan poco más de 20 en la actualidad. Administrativamente, perteneció a la Garrotxa hasta 1969, cuando fue anexionado a Comprodon y pertenece hoy en día a Ripollés.
El visitante que vaya a Beget, no debe olvidar ir al restaurante de Can Jeroni, situado junto a uno de los puentes y con vistas a la iglesia. Su gastronomía se basa en la cocina catalana tradicional, utiliza productos de la zona con un toque moderno.
Un plan perfecto para los más deportistas es el senderismo, que permite disfrutar del entorno de una forma única. También el ciclismo de montaña, pues muchos amantes de esta disciplina, hacen rutas que empiezan o pasan por aquí. Algunas de las rutas más conocidas son la subida al Comanegra y Pic de Bruixes, o el camino que hay entre Beget y Oix. Y, si la visita es en verano, vale la pena ir a las pozas de Beget, tras grandes balsas que están a las afueras del pueblo, en el arroyo de Salarsa, para tomar un baño y refrescarse.
Qué ver en Beget
Una de las joyas más preciadas de Beget es su iglesia románica, dedicada a San Cristóbal, y declarada Bien Cultural de Interés Nacional. Algunas partes del conjunto datas del siglo X, aunque la mayoría fue construido entre los siglo XII y XIII. Se puede visitar sábados y domingos, y se cobra una entrada de 1€ simbólico para ayudar a su mantenimiento. En su interior se encuentra la talla del Cristo Majestad, del siglo XII, la imagen de la Virgen de la Salud, del siglo XIV y la gran pila bautismal del siglo XII también.
Del Cristo Majestad se puede decir que preside el retablo barroco de la iglesia, que es del año 1682, y que está colocado en el presbiterio. Sobre esta imagen, cuenta la leyenda, que en la época republicana quisieron quemar todas las imágenes de la iglesia. Al enterarse el alcalde, avisó a los vecinos y entre todos quemaron las sillas y bancos de la iglesia, pero escondieron la Majestad bajo la escalera del colegio y la tapiaron. Cuando llegaron el alcalde informó de que el trabajo ya estaba hecho, y así es como se salvó de la quema el Cristo.
Destaca también la Torre del Reloj, de unos cuatro pisos repartidos en 22 metros de altura, y muy imponente. Vale la pena dar un paseo por el casco urbano de Beget, con calles empedradas, aunque consiste en poco más de una calle con algunos callejones, y llegar a ver los maravillosos puentes románicos del siglo XIV que cruzan el río Llierca en diferentes puntos. Las casas siguen teniendo el aspecto con la piedra como protagonista, manteniendo prácticamente intacto su imagen original.
