El Faro de Orchilla, en la isla de El Hierro

Hace siglos, cuando el Océano Atlántico era conocido como el Mar de las Tinieblas, el extremo occidental de la isla canaria de El Hierro estaba considerado como el final del mundo conocido. En ese punto era donde en el siglo XVII los cartógrafos franceses ubicaron el Meridiano Cero, hasta que en el siglo XVIII los ingleses lo situaron en Greenwich.

Y en ese mismo punto de esta sorprendente isla volcánica se instaló el Faro de Orchilla, que bien podía llamarse el Faro del Fin del Mundo. Pertenece al término municipal de El Pinar, y se halla justo sobre la punta o cabo que le da nombre. Se puede acceder a este espectacular entrante de mar en coche, y habremos llegado al lugar más occidental de toda España.

El Faro de Orchilla

Corría el año 1933 cuando, el día 25 de septiembre, quedaba inaugurado el Faro de Orchilla. Ese mismo día lució por primera vez, y fue encendido por su primer torrero. Se trataba de un murciano de nombre Carmelo Heredia. Por entonces era un faro de segundo orden y luz blanca, y sus destellos se podían ver, a una distancia de hasta 75 millas náuticas, cada cinco segundos.

Se trata de un faro de gran tamaño realizado totalmente en piedra. Junto a él se puede contemplar una enorme tabaiba. Se trata de una planta de la familia de las Euphorbias, que abunda en las Islas Canarias, especialmente en las islas de Fuerteventura y El Hierro.

Sin duda nos encontramos ante el edificio civil más importante de esta isla canaria, que además constituye un impresionante mirador sobre el mar y un fantástico punto de observación del cielo nocturno.

Ver llegar el otoño desde el Faro de Orchilla

Dicen que la constelación de Tauro anuncia la llegada del otoño en la isla de El Hierro. Este aviso de la época otoñal es especialmente visible desde el Faro de Orchilla a primera hora de las noches del mes de noviembre. Sólo hay que situarse en este cabo canario mirando hace el este, es decir, a la izquierda del faro y dejando el mar a nuestras espaldas.

La constelación de Tauro, cuyas estrellas forman una V, recuerda a un toro con un gran par de cuernos situados de forma casi paralela. Entre este conjunto estelar hay una estrella que brilla de forma especial. Se trata de Aldebarán, un nombre árabe que significa “la que sigue", haciendo referencia a que parece ir siempre detrás de las Pléyades en su trayecto por el cielo nocturno.

Este espectáculo astronómico es visible a simple vista, apareciendo ante nuestra vista como un pequeño cometa. Pero la visión será mucho más espectacular si utilizamos un telescopio, e incluso con unos buenos prismáticos. En general, el cielo nocturno nos ofrece todos lo días un gran espectáculo desde el Faro de Orchilla, en la isla de El Hierro.