La Villa medieval de Moya, en Cuenca

Moya es una importante Villa de origen medieval situada en lo alto de un cerro en la provincia de Cuenca, y desde donde se divisan también las provincias de Teruel y Valencia. Hace ya más de seis décadas que quedó abandonada, trasladándose sus habitantes a la localidad de Santo Domingo de Moya, que se halla justo al pie de la ladera de la elevación donde se asienta el núcleo primitivo.

De Moya ya sólo se conservan sus ruinas, pero no son unas ruinas cualquiera. Se trata de los valiosos restos de diversos edificios medievales, como unas murallas, un alcázar y algunas iglesias y conventos, y todos ellos hoy en día están considerados Conjunto Histórico-Artístico.

Encontraremos este valioso tesoro medieval a una hora en coche de la ciudad de Cuenca por la carretera N-420; a media hora del bonito pueblo de Cañete y a sólo 40 minutos de la localidad valenciana de Aras de los Olmos, que es un estupendo destino para los aficionados al astroturismo.

Historia la villa de Moya

Como no podía ser de otra forma, los alrededor de 140.000 metros cuadrados que ocupa Moya están cargados de historia. Ejercía como cabeza del Marquesado de Moya, al que llegaron a pertenecer hasta el siglo XIX hasta 36 municipios, y llegó a contar con alrededor de 15.000 habitantes.

Pero la zona ya estaba habitada desde mucho antes, como demuestran los restos arqueológicos hallados en el Cerro de Moya, los cuales se remontan a la Edad de Bronce y a la Edad de Hierro. Esta Villa conquense vivió su momentos más relevantes entre el siglo XII y el siglo XIX.

A lo largo de la historia ha pertenecido a la Orden de Santiago, a diversas casas nobles e incluso a la mismísima Corona Española. Fue en el siglo XVIII, al adquirir la Villa el rango de marquesado, cuando vivió su mayor apogeo. Posteriormente se inició su decadencia, quedando deshabitada por completo a mediados del siglo XX, lo que favoreció el expolio de algunos de sus históricos edificios.

Qué ver en la Villa medieval de Moya

Hoy en día la Villa de Moya se puede visitar de forma libre y gratuitamente. Han sido los miembros de la Asociación de Amigos de Moya los que se han encargado de rehabilitar algunos de los edificios, aunque todavía queda mucho para su total recuperación.

Estas históricas ruinas conservan a su alrededor una doble muralla, y en lo más alto del cerro un castillo, el de los Bobadilla. Cuenta la muralla con ocho puertas, construidas en diferentes momentos históricos de la Villa, y una vez dentro comprobaremos que algunas de sus edificaciones siguen en pie. Es el caso de Iglesia de Santa María la Mayor, el templo más antiguo de la Villa, que tras su restauración vuelve a tener actividad.

A las ruinas de Moya se puede llegar a pie o en coche por un estrecho camino que asciende en zigzag, y que nos lleva hasta la puerta principal.