Priego de Córdoba, la “Ciudad del Agua”

Rodeado de suaves colinas cubiertas de olivos, al pueblo de Priego de Córdoba se le conoce como la “Cuna del Barroco” o la “Ciudad del Agua”. Lo primero por contar con una excepcional oferta de monumentos históricos construidos según este estilo arquitectónico, y lo segundo por la gran cantidad de manantiales y fuentes que brotan en su precioso entorno natural.

Y es que este municipio se encuentra al sur de la provincia cordobesa, en pleno Parque Natural de las Sierras Subbéticas. Esto asegura a sus visitantes bellas rutas por la naturaleza, además de poder disfrutar de su gran patrimonio monumental y de su riqueza cultural. ¡Y qué decir de su gastronomía! En la localidad cuentan con excelentes aceites con Denominación de Origen Priego de Córdoba.

Cualquier época del año es buena para acercarte a conocer este pueblo cordobés, pero, si puedes, te recomendamos hacerlo en primavera. Durante esos meses, no sólo los parajes que rodean la villa florecen, también los balcones y ventanas de la localidad se llenan de flores, inundando el municipio de un maravilloso aroma.

Paseo monumental por Priego de Córdoba

Necesitaremos varios días para poder conocer toda la riqueza monumental de Priego de Córdoba. Sus edificios barrocos son los que le han dado más fama. Hablamos de joyas como la Iglesia de la Asunción, del año 1525, considerada como una de las obras cumbre del barroco español y declarada Monumento Nacional. Otras iglesias barrocas que no podemos perdernos son las de la Aurora, San Pedro, Las Angustias, San Francisco, San Juan de Dios, El Carmen y la Iglesia de Las Mercedes.

Hay otros muchos monumentos diseminados por el entramado de calles empedradas y plazoletas de la villa. La lista incluye el Castillo de Priego, de origen musulmán y reformado en los siglos XII y XIV; la Fuente del Rey, que está formada por tres estanques escalonados con 139 caños de agua, además de contar con las esculturas mitológicas de Neptuno y Anfítrite y con la Fuente de la Salud; las Carnicerías Reales, un mercado del siglo XVI con matadero propio; la Casa de Niceto Alcalá-Zamora y Torres, el que fuera primer presidente de la III República Española, y el Recreo de Castilla o Huerta de las Infantas.

Y sería imperdonable irse de la localidad sin haber visitado el Barrio de la Villa, de origen musulmán. Este barrio medieval, que está considerado Conjunto Histórico-Artístico, está formado por estrechas y laberínticas calles cuyas casas adornan sus fachadas con cientos de flores. Termina desembocando en un magnífico mirador llamado el Balcón del Adarve, que tiene alrededor de 55 metros de altura y puede verse desde lejos cuando nos dirigimos a esta población cordobesa.

Qué hacer en Priego de Córdoba

Quedan otros muchos planes por disfrutar. Por ejemplo, visitar una de las almazaras donde se elabora el aceite de oliva virgen con Denominación de Origen Priego de Córdoba. Nos hablarán de los olivos centenarios de la zona y del proceso de fabricación del aceite.

Los aficionados a la naturaleza podremos realizar algunas de las muchas rutas de senderismo que rodean esta villa cordobesa. Es el caso del GR-7, que atraviesa algunas de las pintorescas aldeas de su término municipal, como La Concepción, Jaula, Navasequilla o Los Villares. Un buen plan también es el que ofrece el Jardín Micológico La Trufa. Alberga el Centro Andaluz de Micología, y se encuentra en la aldea de Zagrilla. Durante el recorrido conoceremos una gran variedad de especies de hongos y setas, además de las deliciosas trufas que se recolectan en la zona.

Y no debemos olvidarnos del calendario de eventos de Priego de Córdoba. Incluye celebraciones tan populares como la Semana Santa, que ha sido declarada de Interés Turístico; los Domingos de Mayo, que es un evento único en toda Andalucía, o la tradición de los “Hermanos de la Aurora”, un grupo de campanilleros que durante todos los sábados del año van por la villa cantándole coplas a la Virgen de la Aurora.

¿A que te está apeteciendo mucho conocer Priego de Córdoba?