Guía de Montilla
La campiña cordobesa nos reserva sorpresas tan gratas como el encantador pueblo de Montilla, un paraíso para los aficionados al mejor turismo rural.
Sólo media hora en coche separa la ciudad de Córdoba del municipio de Montilla, un pueblo andaluz que no podemos perdernos. Situada sobre una loma y rodeada de olivos y viñedos, esta villa es famosa por sus afamados vinos y aceites, pero también por su magnífica oferta cultural y de ocio.
Esta villa cordobesa cuenta con un completísimo calendario de fiestas, eventos y espectáculos, además de poseer un gran patrimonio monumental de iglesias, ermitas, palacios y hasta un castillo. Dotada de una gran infraestructura de alojamiento y restauración, Montilla se perfila como un perfecto destino que no dejará de sorprendernos, y que merece la pena ir descubriendo poco a poco, mientras nos damos un homenaje con sus estupendos vinos con Denominación de Origen Montilla-Moriles.
Qué ver en Montilla
- La Tercia: situada en la calle José de los Ángeles, posee una estructura muy parecida a la del Palacio de Monterrey de Salamanca. Dotado de unas grandes dimensiones, en la planta baja de este antiguo edificio se encuentran algunos de los bares y tabernas con más encanto de Montilla.
- Casa de Don Diego Alvear: hermosa casa solariega del siglo XVIII y estilo neoclásico, aunque con ciertos toques barrocos. Está dotado de un patio principal porticado entorno al cual se distribuyen las estancias, y de un segundo patio donde hay una gruta. Se encuentra situada en la calle Don Diego de Alvear número 6.
- Castillo de Montilla: los restos de esta fortaleza, que perteneció a los antiguos señores de Aguilar, se encuentran en lo alto de un montículo, disfrutando de unas magníficas vistas panorámicas. Fue mandada derribar en 1508 por orden del rey Fernando el Católico como castigo a la rebelde conducta de don Pedro Fernández de Córdoba, el que fuera el primer Marqués de Priego. Aún así se conservan algunos vestigios que nos dan una idea de las grandes dimensiones que tenía este castillo. Su horario de visita en invierno es de lunes a viernes de 10:00 a 14:00 horas, y los sábados, domingos y festivos de 10:00 a 13:00, abriendo también los viernes y sábados por la tarde de 16:30 a 18:30 horas. En verano podremos visitarlo de lunes a viernes de 10:00 a 14:00 horas, y los sábados, domingos y festivos de 10:00 a 13:00, además de los viernes y sábados por la tarde de 16:30 a 20:00 horas.
- Palacio de los Duques de Medinaceli: ésta fue la residencia de los Marqueses de Priego tras ser destruido su castillo en 1508. Tras una ampliación en el siglo XVI, experimentó varias restauraciones posteriores, y hoy en día está dividido en dos casas de uso particular. Aún así, su fachada no ha perdido ni una pizca de su encanto. Se encuentra en la Plaza Llano de Palacio.
- Ayuntamiento de Montilla: ubicado en la calle Puerta de Aguilar y de estilo neoclásico, se edificó en el siglo XIX en el mismo lugar que ocupaba el Convento de San Juan de Dios, que sirvió de escenario principal para el desarrollo de la novela “El Coloquio de los Perros”, de Miguel de Cervantes.
- Casa de San Juan de Ávila: en esta sencilla casa pasó sus últimos años de vida San Juan de Ávila. Fue en el siglo XVI, y hoy en día se conserva en perfecto estado. Podremos verla en el numero 10 de la calle San Juan de Dios.
- Arco de San Lorenzo: se trata del único elemento que se mantiene en pie del ya desaparecido convento franciscano de San Lorenzo, y está ubicado en la calle Batalla de Garellano.
- Iglesia de San Juan de Dios: emplazada en la calle Puerta de Aguilar número 10, esta iglesia del siglo XVIII se edificó en la zona donde se hallaba la antigua ermita de Santa Catalina. Posee una peculiar planta octogonal, y actualmente funciona como Salón Municipal de Exposiciones y de Actos Culturales.
- Otro lugares que visitar en Montilla: el Convento de Santa Clara, la Parroquia de Santiago, la Basílica de San Juan de Ávila, la Iglesia de San Francisco Solano, la Ermita de Belén, el Museo de Histórico Local, la modernista Casa de las Aguas, el Museo del Vino, la Ermita de San José, la Ermita de la Rosa, la Iglesia y Convento de San Agustín o la Ermita de la Paz.
Entorno natural de Montilla
Cerro Don Juan: enclavado en la Sierra de Montilla, este cerro es el refugio natural de la fauna autóctona y de varias especies de la zona de Sierra Morena y de la Sierras Subbéticas. Dominado por el tradicional paisaje de la Campiña Sur, también cuenta una representación de Bosque Mediterráneo. Abundan las encinas, las coscojas, los lentiscos, el romero o el tomillo, y el paisaje se ve salpicado por numerosos cortijos y lagares. Al Cerro Don Juan se accede desde el punto kilométrico 6 de la carretera que une las localidades de Montilla y Cabra, en el paraje conocido como Cuesta Blanca.
Piedra Luenga: se trata de una enorme roca ubicada en el paraje de La Campiñuela, a sólo seis kilómetros del casco urbano, en plena Sierra de Montilla. Por su composición, a base de materiales dolomíticos, calizas y areniscas rojas, se ha convertido en una roca única en la zona, siendo su origen en la Era Triásica. Este peñón acoge una importante flora y fauna autóctonas, especialmente de aves que anidan en la misma roca.
Ruta de las Fuentes Históricas: la localidad de Montilla cuenta con un número de fuentes y pozas muy por encima del de otras localidades de la campiña cordobesa. Su itinerario incluye la Fuente Nueva, la Fuente La Malena, la Fuente El Piojo, la Fuente La Alcubilla, la Fuente Descansavacas, la Fuente de San Carlos, la Fuente El Chorrillo y la Fuente El Arquita. Se trata de una ruta de dificultad media de 11,7 kilómetros si recorremos cuatro fuentes, y de 14 kilómetros si visitamos las ochos fuentes.
Hora de comer en Montilla
Comer en Montilla es siempre una grata experiencia. Y es que en este pueblo de interior hasta podremos encontrar buenos pescados y mariscos, llegados directamente de la costa de Málaga. Aunque lo ciertos es que las recetas más típicas se elaboran con las excelentes carnes serranas y con las verduras de las huertas de la zona, y siempre podremos acompañarlas con los estupendos vinos locales.
El recetario más tradicional incluye platos como las alcachofas a la montillana o los riñones al Montilla. También podremos degustar en sus restaurantes otras especialidades andaluzas, como el salmorejo, el gazpacho blanco, el potaje de garbanzos, el bacalao con naranja picada, una rica croqueta hecha con merluza y llamada crispín o los populares flamenquines.
Si lo que te va son los dulces, podrás darte un buen homenaje a base de borrachuelos, pastelones de cabello de ángel, gachas de mosto, flores, gajorros, roscos, alfajores de almendra, gachas de los Santos…
Enoturismo en Montilla
En torno a los Vinos con Denominación de Origen Montilla-Moriles se ha creado en Montilla una fantástica oferta de enoturismo. La villa, situada en una afamada comarca vitivinícola, está rodeada por enormes extensiones de viñedos, y es una gran productora de famosos caldos.
Consecuentemente también cuenta un buen número de bodegas, lagares y tonelerías que forman parte de la Ruta del Vino Montilla-Moriles o de la Ruta de los Lagares. Conforman un universo de magníficas experiencias enoturísticas que incluye visitas a las bodegas y enotecas, catas y maridajes, actividades enogastronómicas…
También hay todo un mundo de eventos y festividades que giran en torno al Vino de Montilla, como la Fiesta de la Vendimia, que se celebra a primeros de septiembre; el MontiJazz Vendimia, también durante el mes de septiembre; la Fiesta del Vino y la Tapa, que tiene lugar a mediados de septiembre junto con la Fiesta de la Artesanía; Ecoracimo, un Concurso Internacional de Vinos Ecológicos que se celebra en el mes de junio, o los Patios de Bodega, que tiene lugar en el mes de mayo.
Oleoturismo en Montilla
Las almazaras y cooperativas de Montilla, además de elaborar un magnífico aceite de oliva virgen extra, ofrecen a cuantos visitan esta villa cordobesa la posibilidad de disfrutar de la sugerente experiencia del oleoturismo, una forma de viajar que nos acerca hasta los mejores destinos relacionados con el aceite de oliva y con el mundo que le rodea.
En este municipio cordobés podremos realizar preciosos recorridos entre los olivares y hacer visitas a algunas de las almazaras de la zona. En ellas nos mostrarán cómo es el proceso que se realiza para obtener el aceite de oliva virgen extra, además de poder realizar catas de una gran variedad de aceites y degustar los típicos desayunos molineros.
Y a sólo 35 kilómetros de Montilla se hallan los pueblos de Cabra o Puente Genil, que forman parte de la denominada Vía Verde del Aceite. Esta ruta discurre a través de los 128 kilómetros que separan Puente Genil de la ciudad de Jaén, y de los cuales 73 kilómetros transcurren por la provincia de Córdoba.
Montilla en fiestas
Velada de San Sebastián: el año comienza con esta festividad que tiene lugar el 20 de enero en el Barrio de San Sebastián, cuyos vecinos se reúnen en torno a una hoguera en la que asan chorizos.
Carnaval: los Carnavales se festejan en Montilla con un gran desfile de carrozas en el que la mayoría de los participantes van disfrazados. También se celebra un concurso de murgas y chirigotas, y el domingo se realiza una “sardiná”.
Semana Santa: su celebración comienza el sábado anterior al Domingo de Ramos con la representación de La Pasión de Cristo, en la que intervienen más de 200 personajes. Durante la Semana Grande tienen lugar procesiones como la del Cristo Resucitado. Durante esta semana es tradicional comer ensaladilla rusa, tortilla de patatas y bacalao frito.
Fiesta de la Cruz: en este evento que tiene lugar a primeros de mayo se entremezclan tradiciones como el engalanamiento de las calles o el desfile de las cruces, con otras actividades orientadas a los más jóvenes. No faltan actos religiosos, conciertos o competiciones deportivas, siendo uno de los actos más señalados el Festival Flamenco.
La Noche Blanca: aunque se trata de un evento muy reciente, ha tenido un gran éxito entre los montillanos y entre los visitan el municipio. A lo largo de más de cuatro horas ininterrumpidas, y a finales del mes de junio, se suceden las actuaciones de los más variados estilos musicales, como rock, pop, flamenco, clásicos o folk. Los conciertos se reparten por diferentes escenarios, todos ellos ubicados en puntos estratégicos del centro histórico de la ciudad. La principal peculiaridad es que todos los grupos musicales que participan están integrados por montillanos, siendo una ocasión perfecta para descubrir la buena música que se hace en Montilla.
Feria de El Santo: a mediados del mes de julio tiene lugar la feria en honor a San Francisco Solano, Patrón de Montilla, que comienza con un pregón. Durante cinco días se suceden los pasacalles y el desfile de Gigantes y Cabezudos. La mayor animación está en el recinto ferial, que se inaugura con el encendido de la portada, y en el que no faltan la música, el baile y los vinos de Montilla.
Romería de las Viñas: a mediados del mes de octubre, y desde la Plaza de la Merced de Montilla, parten en romería cientos de vecino para acompañan a Nuestra Señora de las Viñas por los campos de Montilla. La comitiva está integrada por caballistas, amazonas, carretas, coches de caballos y carrozas, y presidida por la imagen de la Virgen, que se dirige por el camino de la Zarza hasta el Parque Tierno Galván. Una vez allí se come, se bebe, se canta, se baila y se festeja a la Virgen.