La silla gigante de Lucena, en Córdoba
Los aficionados a los récords Guinness, y a los objetos frikis, tienen una cita en la localidad cordobesa de Lucena con su silla gigante.
Conocida como “la Atalaya de Andalucía”, Lucena es una de las ciudades más bonitas de la provincia de Córdoba. Esta definición le fue otorgada con mucha razón, ya que desde el Santuario de Araceli, ubicado en la villa, se pueden contemplar cinco provincias andaluzas.
También se conoce a este municipio cordobés como "la Perla de Sefarad", ya que fue la comunidad judía la que le proporcionó el mayor impulso cultural. También estuvieron aquí los árabes, siendo otra de las ciudades españolas surgidas de "las tres culturas". Todo esto se traduce en un excelente patrimonio monumental.
Pero lo que nos trae hoy a Lucena es un curioso objeto que hizo que esta villa andaluza entrara en el Libro Guinness de los Récords: la silla gigante.
La silla gigante de Lucena
En el kilómetro 79 de la antigua carretera de Córdoba-Málaga, la N-331, hay un objeto que no escapa a la vista. Se trata de la segunda silla más grande del mundo, aunque durante unos años fue la primera. Se encuentra en las instalaciones de la empresa Hermanos Huertas, especializada en la fabricación de muebles, y fue diseñada por la empresa vasco-francesa Lanik. Es una réplica exacta de un modelo comercializado bajo el nombre de “palmera”.
Inaugurada en el año 2005, mantuvo el récord Guinness de ser la silla más grande del mundo hasta 2009, cuando fue desbancada por otra de mayor tamaño situada en la localidad austriaca de Sankt Florian. Aún así, la silla de Lucena posee unas dimensiones espectaculares, contando con una altura de alrededor de 25 metros, superando a la que poseía el récord en la localidad italiana de Udine. Su respaldo mide 12 metros, por lo que en total equivale a una altura de un edificio de ocho pisos.
La silla es totalmente estable, sin precisar apoyos. Pesa entre los 115.000 y los 120.000 kilos, y para su realización fueron necesarios 230 metros cúbicos de madera maciza laminada de pino silvestre, la misma cantidad que se usaría para crear 9.200 sillas de dimensiones normales.
Qué hacer en Lucena
Y tras contemplar esta peculiar silla, nos queda por ver lo mejor de Lucena, como su palaciego castillo, que conserva el Patio de Armas y varias torres, además de acoger el Museo Arqueológico y Etnológico. Otro curioso museo de la localidad es el de la Automoción Antigua.
No hay que perderse la Iglesia de San Mateo, del siglo XV, con dimensiones catedralicias, y visitar otras muchas iglesias y capillas repartidas por la ciudad. También hay un buen número de casas señoriales o palacios, como el Palacio de los Condes de Santa Ana o el Palacio de los Marqueses de Campo de Aras.
Y te recomendamos que te acerques a conocer el Santuario de la Virgen de Araceli, ubicado a seis kilómetros del centro urbano, aunque sólo sea por disfrutar de su espectacular mirador desde el que se contemplan hasta cinco provincias.
