La Carlota, el pueblo cordobés de los alemanes

A 30 kilómetros de la ciudad de Córdoba, en la comarca del Valle Medio del Guadalquivir y en plena campiña cordobesa, se halla la localidad de La Carlota. Su nombre procede del rey Carlos III, monarca que fundó el pueblo en el año 1767. Su fundación se debió a que este rey español estaba decidido a colonizar algunas zonas despobladas del valle del Guadalquivir y de Sierra Morena.

Y lo hizo con súbditos andaluces, e incluso llegados del norte de España, como gallegos. Pero también repobló la zona con colonos procedentes de Europa, como italianos, franceses o suizos, y en La Carlota procedían mayoritariamente de Alemania. Por eso no es extraño que en el pueblo se conserven apellidos como Reifs, Ots o Hamer, y que también se mantengan rasgos de origen germano, como el pelo rubio y los ojos azules.

Te recomendamos acercarte a la provincia andaluza de Córdoba para conocer el pueblo de La Carlota, un destino ideal para desconectar y pasarlo bien.

Qué ver en La Carlota

La Carlota puede presumir de contar con un gran conjunto histórico que hará las delicias de los visitantes. En él destaca la Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción, que se encuentra en la Plaza de la Iglesia. Comenzó a construirse en 1796, pero no fue finalizada hasta diez años después.

Le sigue en importancia la Real Posada y Fonda, situada en la Avenida de Carlos III, que se edificó entre 1768 y 1769. En esta posada se alojaron muchos de los viajeros que recorrían el Camino Real entre las ciudades de Sevilla y Madrid.

La lista de lugares interesantes incluye el Palacio de la Subdelegación, que actualmente acoge el edificio del Ayuntamiento; la Plaza de Abastos, construida en el año 1813; el Molino del Rey, que se puso en marcha en 1802, o el Cementerio Colonial, que fue bendecido en julio de 1769 y desde entonces está en funcionamiento. En él están enterradas las familias centroeuropeas que se trasladaron a La Carlota en el siglo XVIII y sus descendientes.

Qué hacer en La Carlota

Una visita a La Carlota nos permitirá descubrir una bonita y tranquila población en la que, como en cualquier otro pequeño pueblo cordobés, la vida es sencilla. Es un auténtico placer pasear por sus calles y conocer algunos de sus monumentos.

Hay que reservar tiempo para poder degustar los platos más típicos de la zona, como el cocido, los pimientos asados o el chorizo hervido, y dulces como las flores de La Carlota, los tirabuzones, los gañotes o los soplanos.

En cuanto al calendario festivo, en La Carlota no hay que perderse la Fiesta de la Candelaria, la noche del día 1 de febrero, que incluye el encendido de una gran hoguera o la degustación de chocolate caliente con sopaipas; la Semana Santa, con las procesiones de las distintas Hermandades locales, o la Romería de San Isidro, a mediados de mayo, que tiene lugar en el monte de Las Pinedas.