Cabra, uno de los pueblos más bellos de Córdoba

Los alrededor de 20.000 habitantes que tiene el municipio cordobés de Cabra son realmente afortunados de vivir en uno de los enclaves más atractivos de la comunidad andaluza. Ubicado en pleno Parque Natural de las Sierras Subbéticas, y en el corazón de Andalucía, no sólo posee un espectacular entorno natural, también ofrece a sus visitantes un gran patrimonio monumental y una magnífica oferta gastronómica.

Señorial y un tanto barroca, la villa de Cabra invita a pasear tranquilamente por sus tranquilas calles y plazas, descubriendo las joyas monumentales que el paso del tiempo ha legado a esta localidad cordobesa.

Paseo monumental y cultural por Cabra

Este municipio cordobés conserva, sobre todo, antiguos templos, como la Iglesia de San Juan de Dios, original del siglo XVI; la Iglesia de San Juan Bautista del Cerro, construida en el siglo VII; la Iglesia de las Agustinas, del año 1697; la Parroquia de la Asunción y Ángeles, del año 1241; la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, perteneciente al primer convento que se fundó en Cabra, en 1550; la Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios, construida sobre los restos de una ermita del siglo XVI, y la Ermita de la Virgen de la Sierra, situada a 15 kilómetros del pueblo, lugar de peregrinación de numerosos devotos llegados de toda Andalucía y de España.

Hay que hacer una detenida parada ante el Castillo de los Condes de Cabra y sus murallas defensivas, que fue levantado durante la ocupación musulmana sobre unas antiguas construcciones romanas. Aquí residieron los Condes de Cabra a partir del siglo XVI, aunque durante el siguiente siglo fue transformado en un convento de franciscanos capuchinos. Hoy en día conserva su bello claustro y una iglesia. Una buena parte del castillo ha sido incorporada al Colegio de las Madres Escolapias.

Nos queda por ver y conocer en Cabra el Círculo de la Amistad, ubicado en el antiguo Convento-Hospital de la Orden de San Juan de Dios, que en su interior acoge uno de los patios más bonitos del sur de la provincia; el Centro de Interpretación del Tren del Aceite, situado en la Estación de Ferrocarril de Cabra, del siglo XIX; los Barrios del Cerro y de la Villa, con sus casas blancas que en primavera se llenan de flores; el Parque Alcántara Romero, inaugurado en el año 1848, que cuenta con árboles centenarios; el Museo Arqueológico Municipal, que recoge hallazgos y donaciones desde el Paleolítico; el Museo de la Pasión, dedicado a la Semana Santa de Cabra; el Museo de Historia Natural y el Museo del Aceite, indispensable en un pueblo rodeado de olivos y donde se elabora un buen aceite de oliva. También abundan los viñedos, existiendo los Vinos de Cabra con Denominación de Origen Montilla-Moriles.

Cabra en primavera

Nada más lejos de nuestra intención el sugerir que hay que visitar Cabra en primavera solamente. Cualquier época del año es buena para conocer esta localidad cordobesa, pero durante la estación primaveral resulta espectacular, cuando sus calles, jardines, casas y patios se llenan de flores.

Y el espectáculo floral es todavía más especial en los Barrios del Cerro y de la Villa. Las fachadas de su blancas casas encaladas y sus balcones rebosan de flores primaverales, especialmente en el mes de mayo y durante la celebración de las fiestas de la Cruz.

Se trata de una de las fiestas más antiguas de Cabra, y en ellas destacan las “Santacruces”, cruces adornadas con flores que llevan por las calles del barrio los niños del municipio. Se sacan unos días antes del 3 de mayo, y los más pequeños aprovechan para pedir una limosnita para la Santa Cruz mientras entonan una coplilla popular. El día 3, tras el reparto de tortas y chocolate, se entregan premios a las cruces mejor adornadas.