El legado romano en la provincia de Córdoba
Si eres un amante de la cultura romana te encantará descubrir y recorrer estos lugares en los que, con un poco de imaginación, te sentirás como un verdadero emperador romano.
La antigua Roma dejó un importante legado en la provincia de Córdoba, probablemente uno de los mayores de toda la Península Ibérica. Así pues, recorriendo Córdoba por los lugares adecuados, se puede hacer una especie de viaje en el tiempo hasta el Imperio Romano.
Esculturas talladas en piedra caliza, capiteles decorados con motivos vegetales o relieves con escenas de culto en las que se ven a mujeres con túnicas y mantos. Incluso un busto del emperador Claudio divinizado, encontrado en la excavación desarrollada en el yacimiento de Torreparedones, en Baena, en 2009. ¿Estás preparado para hacer una excursión siglos atrás? ¡Empieza la ruta!
El yacimiento arqueológico de Torreparedones
El yacimiento arqueológico de Torreparedones, ubicado entre Baena y Castro del Río, estuvo habitado desde finales del Neolítico hasta comienzos del siglo XVI. Se trata de uno de los asentamientos más importantes de toda la Península Ibérica, y que alcanzó su máximo esplendor en las épocas ibérica y romana. Pese a su gran relevancia, se desconoce el nombre que tuvo en la Antigüedad, pues la primera referencia que hay de ella es tras la reconquista cristiana. Sin embargo, hay algunas hipótesis como Ituci Virtus Iulia, citada por Plinio en su ‘Historia Natural’, o Bursavo, mencionada en el ‘Bellum Hispaniense’.
Entre los hallazgos más significativos se encuentran el mausoleo de los Pompeyos, en uso desde finales de la República hasta el siglo I d.C., y el mausoleo romano. Actualmente es un parque arqueológico en el que poder descubrir cómo era la ciudad que allí había, de la que quedan restos de sus puertas de acceso, calzadas, termas, mercado, anfiteatro o el foro, presidido por las esculturas de Augusto o Calígula.
Cisternas Romanas, en Monturque
El cementerio de San Rafael, en Monturque, forma parte de la Ruta Europea de Cementerios y lo que lo hace especial es que alberga, en su subsuelo, un conjunto monumental, datado en el siglo I, como es el de las Cisternas Romanas. Se trata de la estructura hidráulica más grande de la Hispania Romana, con una capacidad para 850.000 litros de agua, declarada Bien de Interés Cultural en 1996. Están en perfecto estado de conservación y se componen de tres naves paralelas, que a su vez están divididas en cuatro cámaras cada una.
La funcionalidad de estas cisternas era recoger agua de la lluvia y decantarla para su posterior uso, abasteciendo a las termas. Se presupone que esta gran cisterna romana estaría bajo la plaza del foro, ubicación actual del cementerio de San Rafael. Precisamente fue la búsqueda de un nuevo cementerio debido a una epidemia de cólera, lo que hizo que se encontrara este monumento de forma casual en 1885.
El Ruedo, en Almedinilla
Una de las villas romanas mejor conservadas de la Península Ibérica es la de ‘El Ruedo’, que fue ocupada entre los siglos I y VII d.C. Fue declarada Bien de Interés Cultural por la monumentalidad de sus muros y la riqueza de sus elementos decorativos. Entre ellos, destacan algunas pinturas, esculturas y mosaicos que alberga el Museo Histórico-Arqueológico de Almedinilla.
Aquí se ven diferenciadas dos zonas, una sería la residencia de los propietarios, conocida como la ‘Pars Urbana’, en la que se distinguen diversos elementos lujosos, y otra reservada a las dependencias agrícolas que sería la ‘Pars Rústica’. Se ofrecen visitas guiadas en las que poder conocer toda la historia de este lugar y su relación con el Imperio Romano y hay, además, una proyección en 3D sobre esta villa romana titulada ‘La semilla de los sueños’.