Guía de Baena
Situada sobre un promontorio, la localidad cordobesa de Baena se encuentra en tierra de olivares y vides, y encierra un increíble patrimonio de casas encaladas, antiguos monumentos, cuevas, tambores y muy buen aceite.
Al sudeste de la provincia de Córdoba, ubicada sobre un promontorio y rodeada por enormes extensiones de olivos, cereales y vides, surge luminosa la ciudad de Baena. Y la luz procede de sus blancas casas que relucen al sol, y de la belleza que emana la campiña cordobesa.
Sólo 60 kilómetros la separan de la capital cordobesa, la ciudad de Córdoba, que podremos visitar sólo por capricho, porque todo lo que necesitemos y más lo encontraremos en Baena. Alrededor de 20.000 almas viven en sus estrechas y sinuosas calles, entre casas encaladas y edificios señoriales, y están envueltos en un mar de viñas, campos de cereal y olivares. Observándolo todo, el siempre presente río Guadajoz, que divide el término municipal casi de forma transversal.
Un precioso casco antiguo, monumentos que se remontan a la época de la ocupación árabe, tradiciones que ya forman parte del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, una gastronomía con mucho fundamento y otras muchas sorpresas más nos esperan en el municipio cordobés de Baena.
Qué ver en Baena
- Castillo de Baena: se encuentra en el casco antiguo de esta localidad cordobesa. Se trata de una fortaleza del siglo IX, construida durante el reino del emir Ahdullah, la cual cuenta con varias puertas para acceder al recinto amurallado. Declarado Bien de Interés Cultural, se puede visitar los lunes, miércoles, jueves y domingos de 09:30 a 13:30 horas, y los viernes y sábados de 09:30 a 13:30 horas y de 17:30 a 20:30 horas. También abre los festivos y víspera de festivos.
- Convento de la Madre de Dios: se encuentra situado en la Plaza Palacio, en pleno centro de la llamada Almedina, la parte de origen árabe de la ciudad, entre los restos del castillo y la Iglesia de Santa María la Mayor. Fue fundado en el año 1510 por el tercer Conde de Cabra, y su primera priora fue Doña Juana Fernández de Córdoba, la hija del fundador. Se puede visitar todos los días de 09:00 a 12:30 horas y de 17:00 a 19:00 horas. Se ha solicitado su declaración como Bien de Interés Cultural.
- Iglesia de Santa María la Mayor: se puede ver desde la distancia ubicada en la parte más alta de la ciudad. Se remonta al siglo XIII, y se cree que pudo ser construida sobre una antigua mezquita. Cuenta con tres naves, sin crucero, separadas por arcos ojivales. Entre los tesoros que acoge se encuentran una Custodia del siglo XVII de plata repujada y dorada y una escultura en piedra de la Virgen de la Antigua, de estilo gótico.
- Casa del Monte: situada en la Plaza de la Constitución, es del siglo XVIII, y a lo largo de su existencia ha tenido diversos usos, como Casa del Cabildo, pósito, cuartel, escuela, oficinas o mesón.
- Casa de la Tercia: fue construido en el siglo XVIII para funcionar como almacén de grano y semilla y como bodega de aceite, pero actualmente alberga el Museo Histórico Municipal.
- Murallas de Baena: declarada Bien de Interés Cultural, las murallas que rodeaban la parte antigua de la ciudad se mantienen casi completas. En su origen tenía dos recintos, y en la actualidad todavía conserva algunos de sus torreones y puertas.
- Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles: se halla a los pies del Cerro Minguillar, junto al río Marbella, y se remonta al año 1722.
- Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe: cuenta una leyenda que este templo se construyó en el mismo lugar donde se le apareció la Virgen a un caballero que iba a Guadalupe. La veneración por esta Virgen la ha llevado a convertirse en la patrona de Baena.
- Museo del Olivar y el Aceite: se encuentra situado en un antiguo molino, repartido por sus dos plantas, que ocupan una superficie de 800 metros cuadrados. La mayoría de la maquinaria que exhibe es de mediados del siglo XIX.
- Museo Histórico Municipal: es un espacio que fue inaugurado en el año 1999 en la Casa de la Tercia para acoger los restos arqueológicos hallados en la zona desde la Antigüedad hasta la Edad Media.
La Cueva del Yeso
Uno de los lugares más especiales que se pueden visitar en Baena es la Cueva del Yeso, que se encuentra a sólo ocho kilómetros del núcleo urbano. Está situada en el paraje conocido como el Puente de la Maturra, y es una de las cuevas con mayor longitud de España, además de ser la única cavidad originada por la acción del agua que se puede ver en el Valle del Guadalquivir.
Cuando fue descubierta, en el año 1945, se le puso el nombre de Cueva de las Palomas, seguramente porque se encuentra muy cerca del paraje llamado Salinas de Cuesta Paloma. Pero no fue hasta 20 años después, en 1965, cuando comenzó a ser explorada.
Corren todo tipo de leyendas relacionadas con esta cueva, popularmente conocida por los baenenses como la Mina. Una de ellas la relaciona con los árabes, a los que responsabiliza de su creación, y cuenta que la conectaron con algunas de las torres árabes que hay en la zona, como la Torre del Montecillo o la Torre de Torreparedones. En realidad se trata de una cueva de origen hídrico, y su única conexión es con lo más profundo de la tierra. Para poder visitarla hay que concertar una cita en la Oficina de Turismo de Baena a través del teléfono 957 67 17 57, o en la dirección de correo electrónico [email protected]
Gastronomía tradicional de Baena
Comer en Baena es descubrir la cocina de antaño, la de las abuelas, las bisabuelas y las tatarabuelas. Y es conocer uno de los mejores aceites de oliva que se hacen en España, y que posee su propia denominación de origen, llamada “Baena”. En cuanto a los vinos que se elaboran en la zona, pertenecen a la Denominación de Origen Montilla-Moriles.
Y de vuelta a la cocina, podremos probar algunos de los platos más típicos y recetas más populares de esta tierra, como el famoso gazpacho andaluz o el rico salmorejo cordobés, además del bacalao a la baenense, el revoltillo baenense, el empedraíllo, la sopa de pescada, el ajo blanco, los flamenquines, las naranjas en aceite o los pinchos de riñones, lomo y cerdo, que aquí llevan el nombre de ratones.
Y hay que dejar hueco para el postre, porque la lista de dulces es larga y exquisita. Incluye las gachas de mosto con coscorrones, las torticas de Pascua, los roscos al limón y otras delicias de origen árabe, como los pestiños, los panetillos de cortijo o las magdalenas.
El Tambor de Baena
Si salimos de compras, y queremos comprar algo típico de esta villa cordobesa, podremos adquirir aceite, artículos de alfarería, tallas de madera, objetos de forja de hierro y tambores. Has leído bien, porque el Tambor de Baena es toda una tradición en la ciudad, y ha sido declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Con esta declaración, la UNESCO ha escogido un objeto que está estrechamente ligado con la Semana Santa andaluza, siendo un acto de gran relevancia social y cultural.
Los tambores están muy vinculados a las celebraciones católicas, y en especial a la Semana Santa, aunque también están presentes en algunos actos paganos. Los de Baena se caracterizan por sus redobles y ritmos de marcha. Se trata de repliques rituales que se prolongan y acompasan entre miles de tambores que redoblan repetidamente.
Baena en fiestas
- La Cuaresma en Baena: durante el Miércoles de Ceniza, el Viernes de Cuaresma, el Lunes Santo y el Martes Santo se vive un periodo de tiempo en la localidad que se caracteriza por la celebración de los Misereres, que básicamente son visitas de las Cofradías y Hermandades a sus santos titulares, y que van acompañados de antiguos cantos y saetas, y por supuesto de los toques del tambor.
- La Víspera de San José: la noche de 18 al 19 de marzo, más de 3.000 tamborileros recorren el casco antiguo de la ciudad y visitan los candelorios, que son las hogueras que los jóvenes encienden por las calles y plazas de Baena. Y todo al ritmo del incesante repicar de los tambores.
- Jornadas Nacionales del Tambor y El Bombo: cada año, en una fecha no fija entre los meses de marzo y abril, la Comisión Nacional del Tambor y el Bombo reúne a miles de tamborileros y tamboristas procedentes de toda España para celebrar estas jornadas, de las que Baena ha sido anfitriona en tres ocasiones: en el año 1992, en 1999 y en 2006. No sólo se trata de conocer cómo son las diversas formas de comunicación que el tambor y el bombo han transmitido a lo largo de la historia, también analiza las formas de celebrar la Semana Santa en toda España.
- Mercado Medieval: en el mes de septiembre, y durante todo un fin de semana, tiene lugar este mercado que hace que la localidad retroceda en el tiempo hasta la Edad Media. Se celebra en la Plaza Palacio y en sus alrededores, e incluye un mercado con puestos de artesanía, actividades gastronómicas, talleres, espectáculos de fuego...
- Feria Real: el primer miércoles de octubre comienza la Feria Real de Baena, que se prolonga durante cuatro días. Se monta un recinto con casetas y atracciones, y los baenenses, y visitantes, despiden el verano con música, tapas y vino. Se celebran concursos de sevillanas, competiciones deportivas, bailes y actuaciones musicales.
- Jornadas del Olivar y el Aceite de Oliva: coincidiendo con la cosecha de la aceituna, en el mes de noviembre, se celebran estas jornadas que giran en torno a los olivos y al aceite, y que incluyen diversos actos conmemorativos. Uno de los más populares es el que organiza la Cofradía Amigos del Olivo de Baena, que cada año inviste como Cofrades de Honor a personajes relevantes de la sociedad española, otorgando también el Premio Oro Virgen de Baena a un destacado comunicador.
La Semana Santa de Baena
Mención a parte entre las celebraciones de Baena merece su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Nacional. Se trata de una celebración cargada de emoción, y en la que son protagonistas las procesiones y los actos tradicionales. Como los que giran en torno a la figura del Judío de Baena, un cofrade ataviado de forma muy pintoresca, con chaqueta roja, pantalón negro y casco dorado laboriosamente labrado, y que va tocando el tambor continuamente durante las procesiones.
De su casco cuelgan crines de caballo, blancas o negras, y según el color son Judíos Coliblancos o Judíos Colinegros. De hecho existen Cofradías Blancas o de Cola Blanca, como Nuestro Padre Jesús del Huerto, la Vera Cruz del Jueves y la del Dulce Nombre de Jesús, y Cofradías Negras o de Cola Negra, como la de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la de Nuestra Señora del Rosario.
Desde el Miércoles Santo al Domingo de Resurrección, miles de “judíos” redoblan con sus tambores por las calles de Baena, acompañando a los pasos y a sus espectaculares imágenes religiosas, como las del Cristo gótico del Perdón y el Cristo de la Expiración.