Baena, un bello pueblo blanco de Córdoba
Baena, tierra de olivares y vides, nos reserva un encantador tesoro de casas encaladas, antiguos monumentos, cuevas y buen aceite.
En medio de grandes extensiones de olivos, cereales y vides, sobre la ladera de un cerro, surge con sus brillantes casas blancas reluciendo al sol la ciudad de Baena. Estamos en la campiña cordobesa, a poco más de 60 kilómetros de la capital, Córdoba La Sultana.
Esta localidad que ya supera los 20.000 habitantes todavía conserva el entramado de estrechas y sinuosas calles, jalonadas por las tradicionales casas encaladas y otras más señoriales. A su alrededor, campos de vides, olivos y cereal, y el omnipresente río Guadajoz, que atraviesa el término casi de forma transversal.
Estamos ante un gran municipio andaluz que cuenta con muchos atractivos, además de ofrecer las infraestructuras turísticas necesarias para que disfrutemos de nuestra estancia. Baena nos espera.
Qué ver en Baena
Comenzamos la visita a Baena acercándonos a su bello casco antiguo, que se encuentra situado en la parte más alta del cerro. Es en esta zona donde se encuentran algunos de los monumentos más importantes de la villa, como la antigua fortaleza-castillo del siglo IX, que cuenta con varias puertas para acceder al recinto amurallado.
En el centro histórico también se hallan la Iglesia Conventual de Madre de Dios, que fue fundada en el año 1510, y la Iglesia de Santa María la Mayor, del siglo XVI. En la Plaza de la Constitución podremos ver la Casa del Monte, del siglo XVIII, y muy cerca la Casa de la Tercia, del siglo XVIII, que hoy en día alberga el Museo Histórico Municipal.
También posee el término municipal de Baena varios recursos que nos llevarán a disfrutar de la naturaleza de varias formas, como la Cueva del Yeso o la Vía Verde Guadajoz-Subbética.
Gastronomía y compras en Baena
Llega la hora de comer en Baena, y es entonces cuando descubriremos que su peculiar entorno natural de vides, olivares y campos de cereales ha marcado, y mucho, la cocina local desde antaño. Y uno de los productos estrella es el magnífico aceite que elaboran aquí, y que posee su propia Denominación de Origen, llamada “Baena”, mientras que sus vinos forman parte de la Denominación de Origen Montilla-Moriles.
Entre los platos más típicos, recetas tan populares como el salmorejo cordobés o el gazpacho andaluz, la sopa de pescada, el bacalao a la baenense, el empedraíllo, el ajo blanco, los flamenquines, las naranjas en aceite, el revoltillo baenense o los pinchos de riñones, lomo y cerdo, que aquí reciben el nombre de ratones.
No abandonamos Baena sin haber salido de compras. En nuestra maleta de vuelta a casa no pueden faltar aceite, alguna talla de madera, objetos de alfarería, piezas de forja de hierro o tambores, porque el tambor de Baena ya forma parte del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad